Un lujo multiplicado por tres
Sánchez, Luciani y Carnota, tres “solistas” con espíritu de grupo.
Proyecto Sanluca registra una notable actuación del año pasado en el Centro Cultural La Salamanca, de La Plata. Más allá del lucimiento personal, los músicos dan cuenta de una química que enriquece y aporta aire fresco al folklore argentino.
Por Karina Micheletto
Un trío que brilla en las posibilidades del vivo, un disco que recoge el momento único, irrepetible, de un concierto, para cristalizarlo en una de las maneras posibles, entre las tantas descubiertas y redescubiertas por estos tres grandes intérpretes. Raúl Carnota, Rodolfo Sánchez y Franco Luciani se han reunido para hacer música, por el solo placer de hacerlo. En ese gesto, tan simple como escaso en los tiempos que corren, radica el poder de Proyecto Sanluca, sin dudas, una de las buenas noticias discográficas de este año en materia de música popular.
En los dieciocho temas del disco hay lugar para el diálogo íntimo o provocativo, las respuestas que abren caminos inesperados, los cruces melódicos, las citas y alusiones a otras músicas. Hay un desconocido Carnota en la forma de abordar vocalmente el tango “Mensaje”, de Enrique Santos Discépolo y Cátulo Castillo. Hay espacio para el lucimiento de Sánchez en los cruces rítmicos de la chacarera “La Mishky Mota”, o para poner de relieve el virtuosismo de Luciani con aires litoraleños, en la bella “Mestiza”, de Carnota y Teresa Parodi, por ejemplo. Y, sin embargo, no es de lucimientos personales que está hecho el trío, más allá de la conducción implícita de Carnota; lo que se escucha es el conocimiento mutuo que provee mucho escenario trajinado.
Carnota, Sánchez y Luciani vienen trabajando desde 2007, a paso lento pero seguro, manteniendo cada uno sus proyectos solistas y armando un repertorio en el que hay mucho de la modernidad del sello compositivo de Carnota, pero también versiones hechas propias de clásicos del tango y el folklore. Con la energía del grupo puesta en el vivo, y en los frutos que pueda dar el diálogo franco de la armónica de Luciani, los parches, metales y maderas de Sánchez, y la guitarra y la voz de mil matices de Carnota, no es casual que el disco haya tardado en salir. Y que haya salido casi de casualidad, porque un operador de sonido les advirtió que estaban dadas las condiciones técnicas para grabar en una actuación en el Centro Cultural La Salamanca de La Plata, el año pasado. El disco tiene el sonido del grupo no en la formalidad de un teatro, sino en la intimidad de uno de los tantos espacios en los que se forjó el Proyecto Sanluca. Alguna vez Carnota y Sánchez encararon un proyecto con las mismas intenciones, sumando al pianista Eduardo Spinassi, allá por los ’80, con un sonido marcado de algún modo por cierto color de época, pero que dejó su marca. Entre las ligazones posibles más recientes de la música de este trío está, seguramente, el recuerdo del gran Norberto Minichillo, como una forma de acercamiento a la música popular argentina, en la que cabe la palabra libertad. Esta que se escucha en el disco es una manera posible. El trío mostrará otra, el viernes 7 de agosto, en el concierto que dará en el teatro IFT.
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