13 minutos de gloria
Por Alfredo Garcia
Todos los personajes y situaciones en este film son ficticios. Cualquier parecido con situaciones o personas vivas, muertas (o no muertas) son una casualidad.”
Este texto chistoso formaba parte de los créditos finales de uno de los máximos hitos en la carrera de Michael Jackson, el revolucionario clip “Thriller” dirigido por John Landis, que convertía al cantante en un hombre lobo gracias a los alucinantes efectos especiales de maquillaje del maestro Rick Baker.
Si el álbum Thriller se convirtió en el más vendido de todos los tiempos, en parte fue por la impactante campaña de promoción que tuvo su momento culminante en la difusión del clip “Thriller”, una verdadera superproducción en su género que superaba todo lo conocido en la materia hasta el momento. Si bien el clip o corto promocional de una canción pop es un mecanismo de difusión casi tan antiguo como el mismo rock & roll, lo cierto es que la época de oro del marketing de música pop a través del videoclip, la década de 1980, no hubiera sido igual sin la aparición de “Thriller”. El disco había aparecido en 1982 y, montado sobre el éxito de ventas sin precedentes, Jackson decidió potenciar el fenómeno comercial con una verdadera superproducción del videoclip, escribiendo un argumento junto al director John Landis, que venía de hacer uno de los grandes films de rock de todos los tiempos, The Blues Brothers –con el dúo formado por Dan Aykroyd y John Belushi apareciendo junto a James Brown, Ray Charles y Aretha Franklin–, y el legendario film de terror Un hombre lobo americano en Londres, que incluía una de las más gráficas transformaciones de un actor en hombre lobo, concebida por el genio de los efectos especiales Rick Baker. Jackson y Landis pensaron en expandir su corto fuera de los límites impuestos por la canción en sí misma, agregándole situaciones argumentales típicas del cine de terror que lograban una duración de 13 minutos totalmente atípica para el género promo de una canción pop. Las imágenes horripilantes y el humor negro, zombies bailarines incluidos, le daban toda una nueva dimensión visual al tema de Michael Jackson, que, como todos recuerdan, incluía un rap siniestro pronunciado por el venerable Vincent Price (que una década atrás ya había hecho algo parecido a pedido de Alice Cooper para su “Welcome to My Nightmare”). La música incidental –que figura en los créditos finales como scary music– está compuesta especialmente por el experto en soundtracks Elmer Bernstein.
En aquellos tiempos el presupuesto máximo que podía alcanzar la producción de un clip era, muy exageradamente, 100 mil dólares, pero “Thriller” costó medio millón, e incluso llegó a estrenarse en algunos cines –como complemento de un reestreno de Fantasía de Disney–, estrategia pensada por Jackson para lograr algún tipo de nominación de la Academia –probablemente en rubros como mejor cortometraje o mejores efectos especiales–. No hubo Oscar para “Thriller”, pero sí un Grammy al mejor videoclip. Esta minipelícula de 13 minutos se reeditó inmediatamente en una producción para el incipiente mercado del directo al cable y home video titulado Making Michael Jackson’s Thriller, documental de detrás de cámara de poco más de una hora de duración emitido originalmente en MTV y luego vendido en VHS con record de ventas: las 900 mil copias vendidas originalmente supusieron la mayor venta de un título de VHS hasta ese momento. En cuanto al clip, era tan difundido en la cadena MTV que en algunos momentos culminantes del furor de Michael Jackson era emitido dos veces en una misma hora.
Aunque en otros clips futuros Jackson trabajaría con gente tan talentosa como Martin Scorsese, Coppola (para el corto sólo exhibido en Disneyworld Captain Eo), David Fincher o Spike Lee, ningún otro clip logró superar la originalidad estilística e impacto marketinero de “Thriller”. A principios de este año, una empresa de Broadway le dio a Michael Jackson medio millón de dólares de adelanto por los derechos para convertir el film Thriller en una obra musical, asunto que devino en otra fuente de stress para el cantante desteñido, ya que John Landis apareció con una demanda judicial asegurando que no se podía hacer ningún subproducto del film sin su participación, e incluso denunciando la falta de pago de royalties generados por el clip durante los últimos años. Landis también trabajó con Jackson en el clip “Black or White”, recordado como hito de los efectos especiales digitales, ya que fue el primer film en introducir la técnica del morphing, que lograba convertir un rostro en otro –o a Michael en pantera– sin solución de continuidad.
Contactado por la prensa el jueves pasado, al conocerse la noticia de la muerte de Michael Jackson, el director John Landis hizo declaraciones muy respetuosas y acordes a la circunstancia sobre el “gran honor de haber podido trabajar con un artista como Michael”.
Sin embargo, en los últimos años, en las entrevistas Landis solía ser más sincero, explicando que “una cosa fue hacer ‘Thriller’, ya que Michael se comportó no sólo de una manera increíblemente profesional, sino también divertida, y hacía todo lo que uno le decía para hacer bien el trabajo. Eso fue grandioso, pero todo cambió para la época de ‘Black or White’. Ahí yo era un simple empleado de Michael, intentando plasmar su visión de las cosas sin que luzca totalmente demente”.
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