En una entrevista exclusiva, el líder del cuarteto, Fred Schneider, explica cómo sobrevivieron a 33 años de carrera antes de presentarse en el Luna Park el 15 de abril, en su segunda visita. Además, cuenta sobre sus años de pausa, su eterna vocación pop y sus actividades paralelas con el grupo Superions.
Por: Guillermo Zaccagnini
"Funplex", nuevo trabajo de los B52's que visitan la Argentina, el 15 de abril en el Luna Park.
Los últimos 16 años de esos 33 los pasaron sin editar un disco nuevo. Ahora, la salida de Funplex (2008) los ubica en medio de un intento de aggiornarse metiéndole beats electrónicos a la new wave bizarrona que cultivan desde los comienzos y que alcanzó puntos altos con los hits Private Idaho, Good Stuff, Love Shack, Roam y demás. 16 años sin nada nuevo. Con ánimo downtempo, Fred comenta: "Bueno, para escribir nuevas canciones tenemos que estar todos y es complicado porque vivimos en partes diferentes del país. Y nosotros escribimos mucho en los viajes; creo que eso era lo que le hacía falta al grupo para lograr inspiración. Keith (Strickland, baterista vuelto guitarrista tras la muerte del fundador Ricky Wilson) tuvo la idea de viajar a Georgia y ver de qué va ahora la escena dance. En el peor de los casos, si no nos gustaba lo que veíamos al menos habíamos viajado a Georgia, nuestro lugar de origen".
La banda comenzó a fines de los setenta en la ciudad universitaria de Athens -de allí salieron también los R.E.M.- como una alternativa a alguna que otra banda de covers. Dice Fred que el lugar era un páramo para cualquier joven con ganas de divertirse. "Uy, al principio estaba todo muerto. Estábamos durante el año en la universidad y en verano cada uno se iba a su casa; no había mucha banda, excepto ésa de versiones. Fuimos la primera banda new wave allí. Simplemente empezamos porque era preferible hacer nuestra propia fiesta". Pasaron de tocar ante algunos amigos amigos en 1977 a lograr un hit under (Rock Lobster) que los llevó del campus al CBGB neoyorquino. Ese tema, Rock Lobster, hizo que John Lennon decidiera volver a escribir canciones luego de escucharlo mientras estaba de vacaciones. "Sí, es cierta esa historia. Somos muy amigos de Yoko Ono. Ella, la verdad, es divina".Y si eso les dio una pátina de culto, en 1989, la salida del archivendedor Cosmic Thing y el simple Love Shack, los mandó a MTV, a las radios universitarias, luego a las radios y al número uno de los charts en los Estados Unidos y más allá.
¿Y qué te acordás de los comienzos de la banda?
Bueno, entonces no había MTV, así que teníamos que viajar por todas partes, por toda la Costa Oeste y el Medio Oeste en una pequeña furgoneta. Cargábamos el equipo con nosotros, tocábamos y después volvíamos a casa. No sé, lo hacíamos todo por nuestra cuenta. Aquella época era emocionante; no teníamos dinero y compartíamos todo.
Lo de "culto" es, más bien, una impresión equivocada que Fred corrige. "¿De culto? No, no. Tenemos muchos éxitos pop por ahí, eh. Sí tenemos un estilo muy nuestro, el estilo de siempre. Eso es lo que le gusta a la gente. Pero de culto nunca quisimos ser". ¿Gozar de prestigio? Según él, menos. "Bueno, en los Estados Unidos nunca le prestamos mucha atención a las revistas, pero la crítica en nuestro país nunca fue del todo buena con la banda".
Antes del salto mundial con la salida de Cosmic Thing el grupo estuvo parado durante dos años. En 1984 tomó la forma del proyecto solista de Fred -"tal vez saque otro álbum en Navidad. O después, todavía no lo sé"- y en 1985, cuando la banda volvió a reagruparse para grabar Bouncing Off the Satellites, quedó devastada tras la noticia de la muerte de Ricky Wilson, hermano de Cindy. El guitarrista y fundador murió en octubre de ese año por culpa del sida. Momento de quedar en stand by...
Hasta 1977, Schneider canalizaba sus esfuerzos artísticos en la poesía, incluso editó un libro. Pero cuando se consolidó The B-52's, el grupo se llevó toda la energía. Si él probó fuera del grupo con sus proyectos en paralelo y programas de radio, Kate Pierson, acaso la otra cara reconocible del grupo, hizo lo mismo. Kate Pierson paseó su peinado de fijador por Candy de Iggy Pop y convirtió el tema en el único número uno de la iguana, comportamiento que repitió en Shiny Happy People de R.E.M. "Hoy ya no escribo poesía, lo que escribo lo hago para la gente. Aunque tengo un proyecto paralelo, The Superions. Somos dos amigos míos y yo, es más palabra hablada, es un grupo más humorístico. A mí me gusta mucho. Pero, básicamente, mi trabajo está con B-52's".
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