Un peculiar ciclo a la medida de su anfitrión
El rockero Elvis Costello entrevista en tono intimista a grandes figuras de la música de distintos géneros y luego comparte un escenario con ellas.
Por: Patricio Gómez Sánchez
Elvis Costello & Lou Reed: “Set the Twilight Reeling”.
El programa, que es una coproducción entre la señal estadounidense Sundance Channel, la canadiense CTV y la inglesa Channel 4, persigue como fin recaudar fondos para la lucha contra el sida en Africa. En sus 13 capítulos, grabados entre noviembre de 2008 y febrero de este año, desfilan personajes de la talla del baladista Tony Bennet, el grupo The Police, la soprano Reneé Fleming, el pianista Herbie Hancock, la cantante Norah Jones, el ex presidente Bill Clinton y Elton John, que también es el productor ejecutivo de las emisiones.
La elección de Elvis Costello como presentador no fue casual. A los 54 años y luego de una brillante y prolífica carrera, el cantautor se ha convertido no sólo en un artista de culto, inclasificable y ecléctico, sino también en un conductor capaz de manejar con versatilidad diálogos con representantes de distintos géneros y estilos musicales.
Es que el propio Costello supo pasar a lo largo de su obra del rock al country, del soul a las canciones de amor, del jazz a la ópera, de los arreglos orquestales a la música para películas. Su propia vida es un reflejo de esa capacidad camaleónica para transformarse y evolucionar. A los 21 años, Costello era un oscuro empleado administrativo y se llamaba Declan MacManus, pero un día decidió tomar el nombre de su ídolo Elvis Presley y el apellido de su madre para convertirse en el cantante irreverente y polifacético que supo encabezar el movimiento new wave a fines de los '70.
El programa es una colección de confesiones memorables y momentos musicales inigualables.
En distintos episodios, Sting revela que el reggae Roxanne, quizás la más célebre canción de The Police, era en su versión original una rumba y hasta se anima a cantarla en vivo en su versión inédita; Tony Bennet cuenta por qué rechazó la canción What a wonderful world antes de que la hiciera famosa Louis Armstrong y el ex presidente Bill Clinton relata cómo fue el día en que tuvo que elegir entre ser músico de jazz o político.
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