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sábado, 8 de agosto de 2009

ZAKIYA HOOKER: Inesperado homenaje a Pappo


Es la hija del blusero John Lee Hooker. Está en la Argentina, y en estos días, entre un repertorio propio, cantará "Desconfío", el clásico de El Carpo. Aquí confiesa lo que pesa llevar semejante apellido.

Zakiya Hooker, la hija de la leyenda del blues, en el Monterey Blues Festival.

Si uno dice Zakiya Hooker, obligatoriamente tiene que abrir paréntesis y aclarar: hija del legendario —la palabra siempre será ésa, legendario, aunque también puede ser mítico o recordado— blusero John Lee Hooker. Cerrar paréntesis. Entonces, si uno entrevista a Zakiya Hooker, fatalmente llegará el momento de la pregunta por el ilustre padre. Ella sonreirá resignada y dirá: "Todos me preguntan por él, así que vos también podés preguntar". Y con dulzura y paciencia contará, como si jamás en su vida lo hubiera contado, cuán pesado es el apellido.

"Es una espada de doble filo. Por una parte es difícil, porque la gente espera que yo me dedique a lo que él hacía. Y yo no hago blues tradicional, sino un poco de blues, de rhythm & blues, de country. Además, muchos no me toman en serio porque dicen canta porque es la hija de John Lee Hooker. Al principio no quería que me vincularan con él: me llevó un tiempo darme cuenta de que tendría que convivir con eso. La otra cara de la moneda es que tener ese padre me dio la habilidad y la oportunidad de hacer música. Y no es tan difícil cargar el apellido porque no trato de ser él: yo soy otra persona y la gente me tiene que aceptar o rechazar por lo que yo hago. A los que me aceptan, les agradezco por dejarme ser yo misma. Y a los que no, no los puedo forzar".

Para los parámetros sociales habituales, Zakiya empezó tarde en la música: ya había pasado los 40 cuando en 1991 se subió a un escenario para cantar un par de temas en un show de su padre. "Si empecé a esa edad fue porque me casé joven, tuve tres hijos y me separé: como madre soltera, mi prioridad era criar a mis hijos. No podía hacer música porque estaba tratando de sobrevivir". En esa época, Vera Lee (porque todavía era Vera Lee: después, en homenaje a sus ancestros africanos, vendría el Zakiya, que en swahili significa "inteligente" y en hebreo, "pura") consiguió un trabajo —que todavía mantiene— como administrativa en los tribunales de California.

Cuando parecía que su vida iba a transcurrir lejos de la música, apareció Ollan Christopher Bell. "Lo conocí en el '87. El estaba produciendo a diversos artistas y me llevó al estudio a hacer coros. Después de que terminé, me preguntó si quería cantar: le contesté que sí, pero que no sabía cómo empezar. Yo te ayudo, me dijo. Yo no conocía a nadie en California, y él juntó músicos, me armó una banda y empezamos a tocar". Seguramente, John Lee Hooker la habrá alentado: "No. Mi padre tenía miedo de que yo estuviera en la música, porque es un negocio duro. No pensó que iba a durar, creyó que me rendiría pronto. Dos de mis ocho hermanos tocaron con él, pero cayeron en la banquina: tuvieron problemas de drogas. Para él fue una decepción, y no quería otra decepción más".

¿El te enseñó algo?

Sí, de él aprendí que hay que hacer lo que tu corazón te dice. Tenés que tocar tu música de acuerdo a cómo la sentís, y seguir hasta que te acepten por quién sos. Me enseñó a perseverar. Por eso estoy acá.-

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