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lunes, 17 de agosto de 2009

PARA FRIENDLY FIRES TAMBIEN SIEMPRE ES HOY



Dance punk

LA AGRUPACION QUE HIZO UN DISCO EPONIMO NOTABLE EN 2008 ESTARA POR PRIMERA VEZ EN BUENOS AIRES EL MIERCOLES PROXIMO.

Por Yumber Vera Rojas

A meses de que Ian Curtis le produjera su sencillo Girls Don’t Count, la penumbrosa agrupación de post punk Section 25 presentó en 1981 su épica ópera prima, Always Now, un trabajo que reflejó como ningún otro el costado nihilista de la juventud inglesa con la Thatcher recién subida en el poder. Dos lustros después, el hoy vocalista y teclista Ed Macfarlane celebraba en ese entonces sus esplendorosos siete años de edad sin siquiera imaginar que dos décadas después tomaría el nombre del primer corte de ese disco para bautizar –a manera de homenaje– a su gran banda: Friendly Fires. Al igual que el conjunto fundado en Blackpool a fines de los ‘70, el trío indie dance instituido en 2006 en St. Albans (distrito ubicado en el norte de Londres) se preocupa por representar las inquietudes de su generación —-en una Inglaterra laborista y también enmarañada– en sus canciones, aunque a través de la fantasía. “Artistas como Lily Allen o Arctic Monkeys describen el mundo como lo ven. En nuestro caso, diferenciamos la realidad que palpamos de la que imaginamos. Componemos canciones con historias que nos gustarían que sucedieran”, afirma Ed. “Los temas festivos de la banda, tipo In the Hospital u On Board –que se usó en los comerciales de Wii Fit y Gran Turismo 5—, no necesariamente tienen que ver con la alegría sino con la necesidad de cambio.

Justo por estos días, Friendly Fires celebrará el primer aniversario de su álbum de estreno –titulado igual que el grupo y editado por el exquisito sello XL Recordings—, que se coló en las listas de los títulos más sobresalientes de 2008. Se trata de uno de los mejores discos debut de un grupo británico publicado el año pasado –junto con trabajos como la homónima ópera prima de Glasvegas—, lo que le permitió posicionarse rápidamente en la escena de su país y hacerse de una abultada agenda de presentaciones en todo el mundo. De hecho, el NO estuvo persiguiendo a la banda durante un mes por Australia, Europa y Estados Unidos, hasta que por fin dio con ella en Inglaterra para concretar esta entrevista, pues actuará por primera vez en Buenos Aires el miércoles próximo. “Estamos muy contentos con este recital, especialmente porque no estaba en nuestros planes”, revela emocionado Macfarlane, al otro lado del teléfono. “Inicialmente se programaron dos fechas en Brasil, pero surgió esta chance y no la quisimos desaprovechar. No sabemos mucho acerca de la Argentina, salvo que tienen muy buenos equipos de fútbol. Así que será una estupenda oportunidad para conocer gente y ver qué pasa allá.” El cantante adelanta además sobre el show: “Los conciertos del grupo son potentes, nos gusta juguetear con los temas y cambiarlos. Te aseguro que van a bailar mucho”.

Si bien musicalmente está bastante cerca de los adalides estadounidenses de la avanzada dance punk, puntualmente de LCD Soundsystem y !!! (chk chk chk), Friendly Fires es, al lado de Late of the Pier –que en 2008 lanzó otro gran primer larga duración—, el combinado inglés que en los últimos dos años encontró la medida justa entre el yeite y la pista de baile. “Nos sentimos parte de la escena dance punk, pero cuando escuchamos a LCD Soundsystem me da la impresión de que no tiene la intención de hacer música pop. A nosotros sí nos interesa, aparte de mezclar disco, techno, house y otros estilos más clásicos y simples. Esto nos llevó hacia lugares impensados. Sin embargo, evitamos que la combinación sea forzada”, explica el frontman. “Lo que queremos es crear una buena canción pop.” Además de volcar su cadencia hacia el dance, el trío, que completan el baterista Jack Savidge y el guitarrista Edd Gibson –más un cuarto miembro para los recitales, el bajista Rob Lee—, rellena sus temas con colchones atmosféricos propios del shoeagazing. La voz líder reconoce: “Somos fanáticos del ambient y del post rock. A Edd le encantan las guitarras lavadas y oníricas en las que abundan las melodías. Tratamos de mezclar la parte rítmica de bandas como Liquid Liquid con la impronta ambiental del catálogo del sello Kompakt Records. Aunque generamos música bailable, hay muchos temas que no tienen el toque electrónico del dance”.

Pese a que la actualidad lo aúna con un concepto pop de matices pisteros, en el pasado el trío estuvo emparentado con la visceralidad del post hardcore. “Inspirada en Fugazi, a los 16 años formamos una banda llamada First Day Back”, recuerda Ed. “No obstante, a los 17 escuchamos a Chris Clark –este pilar de la electrónica, originario también de St. Albans, es una de las figuras del sello Warp Records– y nos partió la cabeza. Eso nos estimuló a volcarnos hacia el dance y trabajar en la producción y composición con computadoras.”

Posiblemente la clave del éxito del grupo radique en que logró sacarle provecho a su melomanía y amplio bagaje musical. “Tocamos juntos desde que tenemos 13 años, por eso siempre compartimos la música que estamos escuchando. No hay duda de que cada uno de los estilos y artistas que nos influenciaron están reflejados en el sonido de la banda. Incluso hay reminiscencias de nuestros comienzos.” Antes de la aparición de su primer disco, el conjunto inglés, que tomó forma luego de que sus miembros terminaran la universidad, lanzó a través de la etiqueta People in the Sky los EPs Photbooth (2006), Cross the Line (2007) y The Remix –contiene un remix de Chris Clark—; al tiempo que Macfarlane desarrolló, auspiciado por las disqueras Skam (casa de Boards of Canada) y Precinct Recordings, una carrera como productor de música electrónica.

Mientras prepara su segunda producción, que estará en la calle a mediados de 2010, Friendly Fires acaba de participar en el Festival de Glastonbury y en el Lollapalooza, lanzó el video de su nuevo sencillo (Kiss of Life), fue nominado para los Mercury Prize 2009 –en los que competirá con Kasabian, La Roux y Florence and the Machine– y será uno de los actos de la Creamfields de Liverpool. “Nos sorprende todo lo que pasó con nuestro primer álbum”, subraya Macfarlane. “Cuando comenzamos a esbozarlo, no teníamos trato con compañía alguna. Recuerdo que el primer show que hicimos fue bastante malo. Antes que desilusionarnos, preferimos regresar al estudio para seguir grabando. Lo único que buscábamos era hacer una producción con buenas canciones pop, nunca nos pasó por la cabeza que sucedería todo esto.” Pero fue el súper hit Paris lo que determinó su introducción en el selecto club de “artistas revelación” de 2008. “Michael Jackson escribió muchos éxitos cuyas letras no tenían sentido, aunque se arraigaron en el público por la manera de cantarlas y los ganchos que tienen. No soy un letrista inteligente, ni de líricas profundas, me ajusto a esa herramienta del pop en la que importa más la forma que el contenido. Paris no habla de futuro sino del escapismo. Lo que intenté decir es que en vez de soñar con huir hacia otro sitio, conformate con ser mejor persona en el lugar donde estás”.

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