Una investigación publicada hoy en la revista académica Annals of Internal Medicine, concluye que el genial compositor no fue envenenado, sino que la causa de su muerte habría sido menos novelesca: una infección epidémica por estreptococos.
AMADEUS. La película de Milos Forman, estrenada en 1984 y ganadora de ocho premios Oscar, puso énfasis en la conflictiva relación entre Mozart y Salieri. En esta escena, el cuerpo de Mozart es enterrado en una fosa común con el fondo de "Lacrymosa" (Requiem).
La verdadera causa de la muerte, sugiere ahora un nuevo estudio, puede haber sido algo más pedestre: una infección por estreptococos.
Mozart había regresado a Viena de un viaje a Praga en septiembre de aquel año, completó la partitura de La flauta mágica, dirigió su presentación, viajó a Baden, Alemania, y comenzó a escribir el Réquiem. Estaba activo y gozaba de buena salud.
Pero el 22 de noviembre, dos días después de su última presentación pública, cayó enfermo. Un envenenamiento fue la primera de muchas teorías sobre qué pudo haberlo matado en la plenitud de su carrera. El principal sospechoso: su rival Antonio Salieri, celoso del talento inmenso de Mozart.
Ahora, un grupo de investigadores que publica su trabajo en la edición de hoy de Annals of Internal Medicine acaba de realizar un análisis epidemiológico que indica que Mozart fue víctima de una infección epidémica por estreptococos.
Además de edema, Mozart tenía dolor de espalda y una erupción, todos síntomas de una infección estreptocócica. El estreptococo a veces va seguido de una enfermedad renal aguda llamada glomerulonefritis, que explicaría la gran hinchazón que padeció.
Fuentes: The New York Times, Los Angeles Times
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