|Famosa por ponerle temas al filme "Magnolia", la cantautora estadounidense Aimee Mann tiene una obra que presentará aquí
Por: Eduardo Slusarczuk"Wise Up", de la Banda Sonora de Magnolia.
Sin embargo, la chica nacida en Virginia hace casi cinco décadas, esposa del compositor Michael Penn, exhibe un itinerario que evita los dictados de la industria discográfica para basarse en la convicción de que vale más la pena construir un camino propio de buenas canciones que adaptarse a un formato que conoce el éxito sólo a través de números.
"Cuando dependés de las decisiones de un sello discográfico, la libertad creativa se achica, y eso hace que lo que uno produce se empobrezca. Prefiero trabajar sobre mi música en función de lo que creo que es bueno y lo que no, en vez de someterme a la supervisión de otra gente", afirma.
Decisiones de ese tipo hacen que la difusión resulte más que acotada. La compositora lo sabe. Tanto que, en medio de una gira "de entrecasa" que la llevó por escenarios pequeños de los Estados Unidos, utiliza la entrevista telefónica para ponerse al tanto de lo que pasa con su música en nuestro país, donde el jueves se presentará por primera vez.
"Esta gira está basada en los llamados lados B y en canciones que nunca grabé. Pero en la Argentina no sé muy bien qué voy a cantar. Supongo que allí me conocen, más que nada, por el soundtrack de Magnolia. Así que creo que me apoyaré más en el material del disco. ¿A vos que te parece que tendría que hacer?", reflexiona e interroga a la vez.
Mann no se equivoca. En los últimos años, la proyección de su música, por estos lados, se reduce a disquerías especializadas en algo más que "lo que se vende", y a las nuevas tecnologías, a las que la cantante apeló hace ya un tiempo. "La red es una alternativa muy importante a la hora de difundir lo que uno produce y de conocer lo que se hace por ahí. Pero si quiero tener algo de eso en mi casa, prefiero comprar el CD. Es un modo de proteger a quienes hacen esa música", dice.
Desde su momento de mayor exposición, como musicalizadora del filme de Paul Thomas Anderson, en 1999, Mann lleva editados otros cuatro CDs. Compendios de historias de desolación, angustias, depresiones y esperanzas, que ella traduce a imágenes mediante palabras y melodías.
¿Cómo influyó la experiencia de "Magnolia" en tu forma actual de componer?
Me ayudó a pensar mis canciones como películas. Si bien los temas del filme los hice sin verlo, comencé a ver las imágenes de lo que iba escribiendo. Algo que me sucede desde entonces, al escribir.
Los protagonistas de tus canciones suelen ser personas sombrías y marginales. ¿Cuánto hay de autobiográfico?
En verdad, la mayoría de ellas está inspiradas en gente más o menos cercana, sin que por eso dejen de tener algo propio de mí. Pero las canto en primera persona porque de esa manera me involucro más en la historia desde lo emotivo, al mismo tiempo que me ayuda a conectar mejor con quienes las escuchan.
Contundentes por igual en obras conceptuales -Magnolia y The Forgotten Arm-, como en sus CDs compuestos por temas independientes, las canciones de Aimee Mann descansan en un sonido que combina, habitualmente, guitarras y pianos. Sin embargo, su reciente Smilers incorpora un amplio abanico de teclados y sintetizadores análogos a su habitual combinación de guitarras y pianos. "Intentamos despegarnos de los álbumes previos", dice. Pero, enseguida aclara que la esencia no cambia: "Sigo interesada en las canciones que evocan sentimientos".
0 comentarios:
Publicar un comentario