Oscura bestia punk
Un nombre y sus circunstancias: Error Positivo. La versión oficial es que una vez, antes del disco, los pibes estaban ensayando una catarata de temas y el baterista, un animalito hardcore, le entró mal a una vuelta. “Dejalo así, quedó muy bueno”, le gritó Maxi Martina, cantante y fundador. Y Matías Mateos, el animalito, asintió. “No sé... Estábamos empezando y queríamos llamarnos Robot Sensible, pero algo teníamos que hacer con el error de un baterista sin errores. Fue un error, pero positivo. Nadie sabe qué hubiese pasado si no pifiaba”, reseña Maxi, además productor de Cheque en blanco (programa de Rock & Pop) e ideólogo de otro destinado a difundir bandas indie: El triángulo de las Bermudas. Otra circunstancia —del nombre, claro— va por el lado de lo que hace la banda: una especie de hardcore (por lo reventado) mezclado con ciertas rémoras dark. “¿No suena también a eso?”, se pregunta el cantante. “La esencia de la banda es ser un poco dark y un poco bestia punk, sin pensar demasiado en los arreglos. A veces me parece que las bandas se agotan haciendo arreglos y en ese camino pierden la canción.”
Tercera circunstancia: Maxi, también aficionado a la fotografía, cierta vez eternizó a una ex novia en bombacha de leopardo. Se pelearon, pero la foto quedó y calzó al dedo a la hora de diseñar la tapa del disco debut El misterioso asesinato de la actriz porno. Es ella, su ex novia modelo, la que ilustra una tapa que denota sexo y sangre. “La llamé para decirle ‘¡Estás en la tapa de mi disco!’, y le gustó”, se ríe el hombre. “La única condición fue que no saliera su cara.” La foto encaja redonda con lo que la banda quiere mostrar: el recuerdo del asesinato de Vanesa Ortiz, una actriz argentina que se fue a México para trabajar en cabarets y terminó muerta en medio de la industria porno. “El título se nos ocurrió mirando la tele en la sala de ensayo: en TN estaban recordando el caso de Vanesa y nos resultó llamativo que titularan así porque tiene múltiples connotaciones. Son muchas palabras y todas expresan cosas.”
Si bien no hay una relación directa entre semejante título y las canciones —guitarras distorsionadas + melodías melancólicas—, subyacen ciertos links sueltos. “Hay relación y no tanto: el disco empieza con Cementerio, un tema que habla de una persona que muere en un ámbito de sexo... Muerte y sexo, ¿no? Le sigue otra oscura que podría ser como el ocaso de esta mina, o Muerta de fe, que también tiene un olor oscuro. Pero quedó por casualidad.” La banda rueda hace cuatro años, pero encaró ruta segura recién después del disco y fogoneada por el ciclo que el cantante realiza como extensión de su programa en Rock & Pop: El triángulo Indie Fest, donde cada mes invita a dos bandas de las que suenan en su tira. “Está todo complicado para tocar, lo sabemos, pero pudimos generar esta posibilidad y nos conviene a todos, porque se reducen mucho los gastos”, explica. “Igual, una política menos cerrada por parte del Estado favorecería el crecimiento de artistas. Queda mucho por hacer.”
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