De cómo venderles mandarinas a los chinos
Es normal exportar sonidos locales, pero llevar a Inglaterra pop británico en inglés y que lo “compren” es sin duda una proeza. ¿Llega la sustitución de exportaciones?
Por Luis Paz
Los Enanitos Verdes a Bolivia, GIT a Chile, Los Natas y Karamelo Santo a Europa, Banda de Turistas a México. La aduana del rock argento no para de sellar formularios que documentan la buena salud musical de la industria nacional. Y en esa línea de montaje de discos, artistas y sellos, el último eslabón es The Kavanaghs, el cuarteto rosarino de power pop que este domingo a las 15.30 presentará su debut epónimo en el Bafim (Costa Salguero). Las 11 piezas de pop de guitarras del disco The Kavanaghs –que presentaron en una gira inglesa y les valieron contactos con Brian Wilson y el hijo de George Martin– intentan, como explica el compositor y bajista Tiago Galíndez mientras se saca el jet lag, una sustitución de exportaciones: “Lo que la Argentina siempre exportó fue música tropical y de rock a Latinoamérica. Nosotros apuntamos a llegar al mercado inglés con temas en inglés”.
Con una estética musical claramente anclada entre los Beatles de Rubber Soul y Revolver y los Beach Boys de Pet Sounds y Smile, pero admitiendo la influencia de The Raspberries, Badfinger y Liverpool Express, el grupo que completan Alejandro Pin en voces y guitarras, Diego Vázquez en guitarras y Julio Leidi en batería y percusiones tuvo que responder más de una vez a la acusación obvia: “Caretas, canten en criollo”. Pero su intención es clarísima: “En otros proyectos ya nos pasamos 10 años haciendo rock argentino. The Kavanaghs surgió como una banda de power pop, el idioma madre del power pop es el inglés y es del modo que nos surge componer. No nos interesa cantar en español”.
The Kavanaghs es distribuido por Eternal Sunday, un sello local que trabaja con “música de exportación” y vio en el grupo “una gran banda con rasgos beatles”. Y causó sensación durante la gira que en agosto y septiembre llevó al cuarteto rosarino a Londres: “Había gente que coreaba las canciones; nos dejaron tocar temas nuestros en la Semana Beatle, que suele ser más de homenajes; y nos invitaron a tocar a Liverpool y Hamburgo, pero elegimos ir a Los Angeles para conocer otro lado”, explica Tiago. Es que tampoco fue su primera vez en Londres, donde ya habían tenido su bautismo discográfico con la participación en el compilado Big Indie Comeback Vol. II (aportaron All the Time), que hizo que Parlophone se interesara en ellos. Pero, en ese momento, “la banda tenía tres temas y no se pudo extender el contacto por un año”, hasta que terminaron de grabar este disco, que incluye Hyde Park, una canción que Tiago escribió en ese histórico parque londinense.
Mientras el video de Cat in Town sigue rotando por los canales de videoclips y la canción Let Love Go all the Way (que compusieron para el festival benéfico A Perfect Day) sigue arrancándoles sonrisas, ellos continúan soñando: “Nuestros deseos no se terminaron por haber tocado en The Cavern; ahora queremos ir por más, tenemos muchos más”, anuncia Tiago. El de entregarle una copia al “genio y maestro” Brian Wilson, ya está. El de darle otra a Giles Martin (hijo del productor de los Beatles y quien mezcló el Love de los Fab Four), también. ¿Qué falta, entonces? “Sabemos que no somos una banda que la vaya a pegar masivamente acá, pero nos interesa llevar un producto de calidad a Inglaterra.” La calidad de sus canciones, los contactos y el pasaporte en regla ya los tienen. “Es sólo cuestión de que pase tiempo”, saben.
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