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miércoles, 17 de junio de 2009

GUITARRAS CONSEJOS PARA MANTENIMIENTO













Siempre que no se este utilizando hay que guardar la guitarra en la funda.
Hay tres tipos: la funda normal, que apenas protege el instrumento; la acolchada, que ya protege eficazmente la guitarra de golpes y la rígida, aconsejable para quienes viajen con la guitarra.
No es aconsejable colgar la guitarra de la pared.

Es básico cuidar el grado de humedad que recibe la guitarra, a largo plazo, esto es determinante para su sonido. Una guitarra que ha sido bien cuidada puede, con el paso de los años, mejorar notablemente su sonoridad.
Un término medio de humedad sería lo más aconsejable, siendo importante que sea más o menos estable, pues los cambios bruscos en la temperatura afectan a la madera; por esto mismo no debe exponerse demasiado tiempo a la luz directa del sol ni a una fuente de calor.
Las cuerdas se deterioran a medida que se toca; pierden elasticidad, potencia de sonido y calidad tonal. Por eso es aconsejable cambiarlas cuando comienzan a deteriorarse, especialmente las tres graves.
La elección del juego de cuerdas y de su tensión es subjetiva asi que lo mejor es probar con diversos tipos. Personalmente recomiendo las D´addario Pro Arte y las Augustine.
Cuando no se vaya a tocar durante algún tiempo o cuando se viaje con la guitarra es conveniente aflojar un poco las cuerdas. Jamás debe guardarse la guitarra en el maletero del coche en un viaje largo, pues se pueden alcanzar temperaturas excesivas que dañarian el instrumento irremediablemente.

Cuidados Generales:

* El mayor cuidado de la guitarra alarga la vida del instrumento, que estabiliza su "personalidad sonora" con el paso del tiempo.

* Mientras no se toque la guitarra debe estar guardada en su estuche, que será siempre rígido ya que las fundas de lona y caucho no lo protegen suficientemente. Es muy común durante el estudio que haya alguna interrupción y que inconscientemente la dejemos apoyada en el primer sitio que se nos ocurra. Hay que acostumbrarse a dejarla siempre en el estuche.

* Ojo con los golpes que pueda dar la tapa del estuche al cerrarse bruscamente sobre el instrumento. Siempre sujetar la tapa con una mano mientras extraemos la guitarra.

* Dentro del estuche mantener la guitarra cubierta siempre con un paño fino de gamuza o seda. Aunque parezca trivial no olvidar cerrar el estuche con al menos uno de los cieres aunque vayamos a dejar de practicar por un breve espacio de tiempo. No es la primera vez que por un despiste se coge el estuche sin estar cerrado y la guitarra cae al suelo.

* Ojo con los botones, hebillas de cinturones, etc. pueden dañar la tapa, fondo y costados de la guitarra.

* La técnica flamenca hace uso del golpe sobre la tapa, para ello las guitarras flamencas vienen equipadas con el golpeador (lamina protectora que va sobre tapa donde va a descansar la mano derecha). La guitarra clásica no dispone de esta protección. Por ello con muchas reservas dejar a un guitarrista flamenco que toque nuestra guitarra clásica, ya que el golpeo sobre la tapa es instintivo e involuntario para ellos, pero los resultados pueden ser desastrosos.

Humedad y temperatura:

* Cuidado con las condiciones ambientales donde normalmente se tiene la guitarra. Aunque el estuche siempre aporta algo de protección, nunca olvidar que el excesivo calor o humedad y los cambios bruscos de temperatura y humedad son nocivos para la guitarra.

* La madera, por muy bien curada que esté, es un material "vivo" que tiene propiedades higroscópicas (en líneas generales absorbe o expele humedad del o al ambiente dependiendo de las condiciones ambientales).

* Mantenerla siempre en la medida de lo posible en condiciones lo menos cambiantes. No olvidar que la guitarra bien construida es robusta y soporta agresiones externas pero nunca están de más las medidas de prudencia.

* Nunca colgar la guitarra de una pared por el cuello de la pala o por sus ranuras.

* La excesiva humedad pueda ablandar las colas y producir deformaciones, o que partes de la guitarra se desencolen con las condiciones desastrosas que no es necesario mencionar.

* Las condiciones de humedad elevada permanentes afectan considerablemente a la sonoridad del instrumento y su volumen sonoro. El efecto de una excesiva sequedad ambiental es que la altura de las cuerdas aumenta dificultando la ejecución. En caso contrario la altura baja y las cuerdas pueden empezar a cecear.

* Otra mención más a la humedad. Un ambiente excesivamente seco puede ocasionar cambios en la madera del diapasón que pueden dar lugar a que los trastes puedan sobresalir más de lo adecuado. Normalmente el proceso es reversible y cuando la guitarra vuelve a sus condiciones normales de humedad la posición y altura original de los trastes se recupera. No obstante si la exposición a la sequedad es muy pronunciada pueden ocasionarse daños que requerirán del concurso de un experto para su solución.

Desplazamientos:

* Cuando nos desplacemos en avión con nuestra guitarra procurar que viaje con nosotros en la cabina. Si no fuera posible y la guitarra tuviera que viajar en la bodega tener presente las bajas temperatura y los cambios bruscos de presión. En este caso cerrar con llave el estuche, aflojar las cuerdas y cubrir la guitarra con algún material aislante. Una solución práctica es cubrir la guitarra, dentro de su estuche, con plástico de burbujas, material de fácil adquisición y barato.

* Para los desplazamientos en coche, en ningún caso dejar el coche estacionado al sol con la guitarra dentro. Las temperaturas que se alcanzan en el interior del vehículo son muy elevadas.

* No está de más tener dentro del estuche un séquito de silica gel para absorber el exceso de humedad que pueda existir puntualmente.























Cuerdas:

* Mantener la guitarra con la misma afinación (algunos guitarristas prefieren emplear la denominada afinación brillante, medio tono alto).

* Cuando se vayan a reemplazar las cuerdas hacerlo de una en una, nunca desmontando todas de una vez (ello hace que no cambie bruscamente la tensión sobre la estructura de la guitarra, y se ayuda a mantener la afinación correcta). Al cambiar las cuerdas tener la precaución de no arañar o rayar la tapa y fondo. Para ello es de utilidad apoyar la guitarra sobre una superficie plana que tenga una tela o fieltro en la superficie y colocar un pedazo de cartulina o también tela en al parte debajo del puente por donde suelen caer las cuerdas.

* Tener presente que las cuerdas nuevas son muy elásticas y requieren de un tiempo de estabilización hasta que alcanzan su extensión definitiva, en ese lapso habrá que afinar repetidas veces las cuerdas, que siempre tienden a bajar de altura sonora. Por tanto que habrá que revisar durante algunos días después su afinación. Los bordones son los que menos período de ajuste requieren.























* Nunca montar cuerdas de acero en una guitarra clásica o de flamenco, los resultados podrían ser desastrosos por la excesiva tensión que dichas cuerdas requieren.

* Si la altura de la guitarra es baja y las cuerdas cecean la solución más rudimentaria es colocar un lamina de papel debajo de la selleta. Siempre es mucho mejor conseguir en cualquier luthier láminas de cedro muy finas que se apilan hasta alcanzar la altura deseada. Lo mismo aplica para la cejuela. Si las ranuras (donde descansan las cuerdas) estuvieran muy deterioradas con una lija fina se puede perfilar el espesor y profundidad de las mismas.

* Sobre la frecuencia del cambio de las cuerdas y sobre el tipo de cuerdas que deben emplearse, hay que decir que existen innumerables opiniones al respecto. Posiblemente tantas como guitarristas. Presumiblemente al principiante esto no le ayude mucho. Pero mucho me temo que el mejor consejo que se puede dar es que se practique mucho y que vaya ensayando con diferentes tipos de cuerdas (diferentes tensiones, marcas, etc.). Posiblemente la conclusión que se obtiene es que se ha de hacer una combinación de dos a lo sumo tres diferentes tipos de cuerdas.

* Respecto a la frecuencia de cambio de las cuerdas, está condicionada obviamente por el uso que se haga de la guitarra. No obstante los bordones tienen una vida muy limitada en comparación con las otra tres cuerdas. No olvidar que el buen estado de las cuerdas graves es vital para obtener un empaque sonoro, profundidad, calidad y cantidad de armónicos, etc. Hay que tener presente que muchos de los armónicos que se producen al vibrar por simpatía las cuerdas de nylon como consecuencia de la vibración de los bordones. En términos generales se podría decir que habrá que cambiar los bordones entre dos y cuatro veces más a menudo que las cuerdas agudas, en algún lugar hemos leído que esta frecuencia puede elevarse hasta diez veces.

* Ojo con forzar las palomillas del clavijero. Se pueden tener experiencias desagradables. La afinación deberá ser suave y el aumento de la tensión de las cuerdas nunca deberá requerir un esfuerzo "sobrehumano" para el guitarrista. Ante la menor sensación de que estamos aplicando una fuerza excesiva detenerse, aflojar la cuerda y volver a intentarlo de nuevo. Si se repitiera volver a aflojar la cuerda y aplicar una pequeña cantidad de lubricante no corrosivo (nunca del tipo "tres en uno" algún tipo de aceite muy refinado en la espiral metálica que hace rotar la cuerda. También puede valer una pequeña cantidad de grafito en polvo, pero cuidado que mancha mucho. Si el problema persiste sin dudarlo al luthier que lo solucionará enseguida.

* Una vez instaladas las cuerdas cortar el sobrante las mismas con un alicate de corte. El exceso de cuerda puede provocar vibraciones y sonidos espurios e indeseables.

* Asegurar concienzudamente al puente las cuerdas de nylon que tienen tendencia a escurrirse y provocar un desagradable incidente. Un pequeño truco para las cuerdas de nylon en la parte del puente y siempre con mucho cuidado quemar con un mechero el extremo de la cuerda hasta que se forme una pequeña bola. En caso de que la cuerda se suelte quedará atrapada en el orificio del puente y no golpeara la tapa ni la cara del guitarrista.
















Desperfectos:

* Aunque pretendemos que esto nunca ocurra, podría suceder. Una raja no tiene importancia si se recurre pronto a un buen reparador de instrumentos. Si esta se produce en al tapa y cerca del puente es aconsejable aflojar las cuerdas.

Limpieza:

* Limpiarla con un paño de gamuza suave seco o ligeramente humedecido para manchas difíciles, o simplemente aplicar el aliento sobre la superficie que va a ser limpiada. Nunca utilizar disolventes, alcohol y demás productos químicos habituales para limpieza, aunque sea de maderas. Respecto a las ceras, no somos partidarios de su empleo pero hay opiniones para todos los gustos. Si se van a emplear estar muy pendiente de su composición química.

* En alguna parte hemos leído que las cuerdas entorchadas pierden sus propiedades por causa del sudor de las manos y que en ese caso se deben desmontar y lavar con agua y jabón. Consideramos demasiado engorroso el procedimiento, y creemos el coste de reemplazarlas por unas nuevas de calidad media es perfectamente asumible, máxime cuando en muchas tiendas de guitarras se venden cuerdas sueltas de calidades razonables a un precio muy asequible.

* El polvo que puede acumularse en el interior de la caja se puede desprender usando un secador de pelo (AIRE FRIO NUNCA CALIENTE)

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