FORMO PARTE DE M.I.A.
Murió el guitarrista Nono Belvis
Co-fundador de Músicos Independientes Asociados en los
'70, luego se dedicó
al free jazz con El Umbral.
Los '70 pasaban su primera mitad; la Argentina descendía cada vez con mayor velocidad al más oscuro de los infiernos, y la música se convertía en una especie de refugio a veces inexpugnable para los dueños de la violencia y la ignorancia.
En ese mapa de creciente desolación y miedo, en algún lugar de Villa Adelina primero, y Congreso después, Esther Soto y Donvi Vitale inventaban la producción de música rock de forma independiente y cooperativa, y le daban forma a los M.I.A. (Músicos Independientes Asociados).
Lito y Liliana Vitale, Alberto Muñoz, Daniel Curto, Verónica Condomí, Carlos Melero, Juan Del Barrio, Kike Sanzol. Apenas algunos de los que pasaron por la formación que integró también, desde el inicio, Nono Belvis. "Dentro del grupo fue un adelantado. Nono era el que iba a investigar a Parque Rivadavia y después aparecía con discos increíbles. Fue él quien metió en mi vida Abbey Road, Egberto Gismonti, Miles Davis, Rickie Lee Jones, Jaime Roos. Un gran escuchador de distintos géneros. Ese era su mundo", dice Lito Vitale, quien a sus 14 años compartía ya la grabación de Trasparencias, el primero de los cuatro discos editados por M.I.A. con Nono, más adelante su cuñado, a cargo de guitarras acústicas y eléctricas, el bajo o el banjo, según la necesidad de la formación. Proyecto colectivo si los hubo, algunas de las composiciones también lo tuvieron como coautor.
Con ascendente en el rock, la curiosidad lo llevó a Nono a explorar nuevos territorios, ya no desde grabaciones ajenas, sino desde su propias composiciones. qué están celebrando los hombres, esa audaz apuesta grabada a dúo con Sanzol, en 1982, (cuando el proyecto de los Vitale estaba en sus postrimerías) marcó su acercamiento definitivo al jazz. Y dentro del género, al free, pero con olor a pampa. En medio de un rock que viraba del sonido sinfónico progresivo a un estado de divertimento, Belvis y Sanzol proponían un viaje musical al que ni la música de cámara, ni la psicodelia, ni el folclore fueron ajenos.
El paso siguiente hizo pie en La Sonora del Plata, junto a Mex Urtizberea, Gillespi, Horacio López y Mono Hurtado, combo con el que grabó dos discos. Y en paralelo, en El Umbral, cuarteto rosarino que formó con los hermanos Luis y Mariano Suárez y Fernando de la Riestra, con quienes además de editar cuatro discos, compartió varias giras por Europa.
Músico invitado en la grabación de La Sed, producción de la banda de su hijo Juan, pianista y guitarrista, en la presentaciones de La vida en los pliegues, de Liliana Vitale, también participó en la versión de Los libros de la buena memoria que Gustavo Cerati registró en Escúchame entre el ruido, el homenaje al rock nacional producido y dirigido por Lito Vitale.
Ocho meses atrás, Nono sufrió un ACV (Accidente cerebrovascular) que lo puso en riesgo. "Había quedado más o menos, y se estaba recuperando", cuenta Lito. Tres días atrás, un nuevo ACV fue terminante.
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