ANETOL DELMONTE: "Nuestra música es un color"

La banda parte de la generación que fusiona géneros sin prejuicios. En su nuevo disco participan Palo Pandolfo, Edu Schmidt y Alfonso.

Por: Pedro Irigoyen

1

"Mediocre", de su primer disco, "Hermosa mañana para morir de felicidad".

Bienvenidos, señoras y señores, a la era de las bandas degeneradas. Ya son pocos los músicos y grupos que se reconocen de rock, punk, pop, reggae o el género que sea. Los fundamentalismos ya no son bien vistos en el arte de hacer canciones. El recurso es real, no es postura para ser único e irrepetible, sino que se sustenta con canciones variadas en forma y estilo. Anetol Delmonte es ejemplo vivo de esta tendencia y lleva esta bandera con orgullo. Su música, ideal para la tarde que la tormenta de Santa Rosa trajo frescura a las calles porteñas, los respalda. Como una veleta, encuentran su punto de equilibrio con la psicodelia electrónica de Radiohead, se calma con la brisa oriental del legendario Eduardo Mateo, se agita con los ritmos balcánicos de Goran Bregovic y afirma su raíz a base de cumbias, tangos y milongas de arrabal.

La banda está formada por Leandro Rossi en guitarra, cavaquinho y voz; Ramiro López Chaplin en bajo y voz, Ramón De la Vega en guitarra eléctrica y Eduardo Bazán en batería y programaciones. Por su pasado clownesco y circense, se llevan bien con los niños. Anetol tiene alma de actor, look de nostalgia inmigrante y espíritu de fiesta gitana. Hacen base en el costado sentimental de Palermo. Allí, en la casa que hace las veces de hogar, estudio, sala de ensayo y guarida, recibieron a Clarín para hablar de las canciones de Fabula Simula Estimula, el flamante segundo disco que los anetoles presentarán en pocos días.

Definamos la fronteras de Anetol Delmonte y sus influencias
Leandro: Somos una banda de escuchadores de música y tomamos cosas de muchos géneros y tratamos de ponerle nuestra impronta. Puede ser reggae, cumbia, foxtrot o funk, pero sacado de su pureza. Los instrumentos, las bases electrónicas, son colores. Nosotros somos un color. Nuestra música es un color. Nada sobresale excesivamente, somos una banda. Coqueteamos con todos los estilos, pero no nos casamos con ninguno. Somos como unas trolas en ese sentido.
Ramiro: Nuestra música ayuda para que esos colores y diferentes estilos se plasmen. Una banda de rock bastante desprejuiciada con una raíz rioplatense muy fuerte que vive en una metrópoli llena de información y de canciones. Nosotros tenemos un color, y de ahí, todos los estilos que le entren.
Eduardo: Tiene que ver con una búsqueda. Con encontrar motivaciones. Yo creo que los músicos que hacen siempre lo mismo se aburren.

¿Se extinguirán los géneros?
Ramiro: Venimos haciendo esta mezcla hace muchísimos años con influencias como Los Visitantes. La propia indefinición de Anetol genera una definición de un montón de grupos que hoy hacen lo mismo. En nuestro caso, tiene que ver con nuestra variedad artística. Anetol somos todos juntos, pero cada uno tiene su estilo y sus proyectos.
No tienen muy en claro quién es su público y dicen que tanto podría ser un niño como su abuelo, y todo el conjunto intermedio. Al ser consultados sobre la música que escuchan, responden con un abanico que va de Troilo a Radiohead y de Los Beatles a Ricky Espinosa. Hablaran del espíritu nostálgico de sus canciones como una cuestión de pertenencia: "El porteño es nostálgico". Dirán que en sus shows hay momentos de nostalgia y momentos de euforia, momentos de pensar y momentos de bailar, todas esas son sus propuestas. Como en las películas de Kusturica, van de la melancolía a la alegría extrema y disfrutan del hecho de que la gente "se vaya preguntándose cosas". Indefinidamente buenos.