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domingo, 8 de marzo de 2009

LIZA MINNELLI: LLEGA A CORDOBA



“Siempre hay un mundo por descubrir”




La legendaria cantante norteamericana actuará por primera vez en Córdoba el 26 de este mes. Dice que le emociona conocer nuevos lugares, que sigue practicando danza y canto todos los días y que el talento no es hereditario.

Santiago Giordano

Posiblemente sea una de las últimas exponentes de esa clase de estrellas que además de brillar cantando, bailando y actuando –con la misma fluidez con la que respiran–, trazan la propia leyenda desde el vértigo de sus historias personales. Así en Hollywood como en Broadway; o en el Superdomo Orfeo, donde actuará el 26 de marzo, junto a una banda de 12 músicos y un show de canciones nuevas y viejas. Si la palabra no estuviese tan bastardeada por la pereza televisiva, sería el caso de llamarla diva. Pero ella misma se cuida de serlo y prefiere presentarse con su nombre y apellido. "Soy Liza Minnelli y pongo en juego mi nombre cada vez que subo a un escenario", asegura desde Nueva York, en conversación con La Voz del Interior. Capaz de reinventarse continuamente en nombre de esa gran institución del entretenimiento que es el show-business, Liza Minnelli pertenece a una raza encantadora, en la que el talento artístico se conjuga con las humanas debilidades, para delicia de los auditorios más exigentes y alimento de los cazadores de chimentos más empedernidos. Cataratas de romances –algunos escandalosos–, intervenciones quirúrgicas –caderas, rodillas, cuerdas vocales–, adicciones varias y una encefalitis que casi se la lleva hace ocho años, se alternaron a los éxitos artísticos de una de esas artistas que, al menos una vez en la vida, hay que ir a ver. Hija de la actriz y cantante Judy Garland y el cineasta Vincent Minnelli, ahijada del compositor Georges Gershwin y de la bailarina, cantante y compositora Kay Thompson, Liza ganó cuanto premio se puede aspirar en el mundo del espectáculo. Además de un Emmy, un Grammy, dos Globo de Oro y tres Premio Tony en teatro, la Minnelli es la única ganadora de un Oscar –a la mejor actriz, por su papel como Sally Bowles en Cabaret– cuyos padres también fueron distinguidos con estatuillas de la Academia. "La verdad, soy muy afortunada –asegura– ¿Pero, sabe por qué? porque trabajé muy duro para serlo. No se ganan los premios porque sí, o por ser una persona de suerte. Los ganás si sos buena y para ser buena, tenés que trabajar". Emoción intacta –La del 26 será su primera actuación en Córdoba, ¿qué siente cuando se presenta ante un público nuevo? –Me siento muy emocionada y feliz porque se que haré nuevos amigos. Cuando hablo de hacer nuevos amigos, hablo de estar sobre el escenario, mostrarme ante esa gente y enseguida sentirlos como mis nuevos amigos. –Hace poco más de un año estuvo en Buenos Aires ¿Qué recuerda de esa visita? –¡Oh, que aaamo Argentinaaaaa! Y es por eso que regreso tan pronto. Amo su música, amo su gente, amo el ritmo de la ciudad de Buenos Aires. ¡Ah, y amo el tango, por sobre todo! –¿Qué tipo de tango? –Cualquier tipo de tango. Lo encuentro todo interesante y fantástico. Y muy, muy pasional. –¿Qué conoce del tango, pudo escuchar algo nuevo en Buenos Aires? –Sí, siempre estoy escuchando cosas nuevas. Lo que aprendí aquella vez, específicamente, fueron pequeñas diferencias entre los estilos; diferencias que quizá antes no había notado. Fui a ver un show y pude ver cosas que nunca había visto antes. Cosas diferentes del tango antiguo, en una puesta en escena muy teatral, con una actitud muy particular. Me encantan los dos tipos de tango. Pero lo mejor es que el tango, para ustedes, no es ni más ni menos que la gente. Está dentro de ustedes. Eso es maravilloso. Después de estar alejada de Broadway durante 10 años, en diciembre pasado Minnelli regresó al Palace Theatre de Nueva York para presentar Liza at the Palace, espectáculo que entre anécdotas personales, nuevas canciones y una puesta impactante incluyó además algunos de sus viejos éxitos, como Cabaret y New York New York. También se convirtió en un disco doble. –¿Qué habrá de "Liza at the Palace" en los shows que ofrecerá en esta gira por Sudamérica? –Voy a tomar gran parte de ese show, porque fue un gran éxito. Probablemente uno de los mayores éxitos de toda mi vida. –A esta altura de su carrera, con numerosos éxitos y múltiples experiencias, ¿cómo diseña un espectáculo? –Siempre hay un mundo por descubrir, por explorar. Y tanto por aprender. Soy tan curiosa, que siempre estoy buscando nuevas cosas, nuevas ideas, nuevas canciones. Y nuevas maneras de hacer las canciones que canté antes. Por más que quieras no es posible que cante Cabaret como lo hacía 30 años atrás. Sería imposible, sencillamente porque en todos esos años aprendí más, asumí otros riesgos y en definitiva me volví más sabia. –También cantando "New York New York"... –Por supuesto, la gente quiere oírme cantar los hits, mis hits. Y por supuesto que yo los quiero cantar, sobre todo porque me gustan. ¡Al fin y al cabo, son buenas canciones! ¿O no? –"Liza at the Palace" fue también su regreso a Broadway después de 10 años. ¿Qué significa Broadway en su carrera? –Fue y es el lugar donde siempre quise estar, desde pequeña. –¿Siempre pensó ser artista? –En realidad primero quise ser una patinadora sobre hielo, porque me encantaba la música, los pasos, el patinaje, quería ir a las Olimpíadas y todo eso. Pero después vi un show de Broadway y cambié de idea. –¿Recuerda qué show fue? –Nunca lo olvidaré. Fue cuando a los 12 años vi Bye, bye birdie. ¡Guuauu! Miren a esos chicos, eso es lo que quiero hacer yo. Desde entonces amo el teatro. Eso era lo que quería: ¡estar en Broadway! Así que es maravilloso estar de vuelta otra vez. Y con un suceso que fue realmente grande. –¿Es muy distinta la Broadway actual a la de la década de 1960, cuando usted comenzó a actuar? No demasiado. El teatro es eterno. Hay nuevos pasos en escena, pero siempre los hubieron. Aún siento la pasión de Broadway, aún lo amo. De carne y hueso –Usted ganó numeroso premios y de los más importantes: Oscar; Emmy. Globo de oro. ¿Qué siente que le falta realizar en su vida artística? –Me gustaría hacer todo de nuevo, y mejor. ¡De verdad! –Aún siendo Liza Minnelli –¡Pero claro! Yo practico canto cada día de mi vida y tomo clases de danza todos los días. –¿Todos los días? –Absolutamente, todos los días. Hay que mantenerse en forma y a mi edad si me siento no me levanto más. Por eso trabajo todos los días y me resulta divertido, lo disfruto. Siempre estoy buscando cosas nuevas para cantar, estoy pensando en cómo mejorar el show, en qué puedo aprender para mejorar. No lo encuentra pesado. –Por sus orígenes familiares usted estaba predestinada a ser artista, ¿En algún momento de su vida pensó en burlarse de ese destino y ser, por ejemplo, enfermera o empleada de un banco? –Debería examinar esa pregunta, porque si eso fuera realmente verdad, el hijo de Humphrey Bogart debería ser una estrella, ¿o no? Piense en todas las estrellas del espectáculo, todos deberían tener hijos estrellas, pequeñas estrellitas. No, uno no nace con eso, no es algo que te es dado. Tenés que trabajar para conseguirlo. No está predestinado, no es hereditario. Definitivamente, el talento no es hereditario. –¿Ni siquiera un poquito? –Bueno, creo que lo que te rodea, el ambiente en el que creces, es una influencia. Pero fijate que mis hermanos no están en el show business. De todas maneras las influencias son parciales. Por ejemplo a mí no me gustaba Hollywood, yo no quería ser actriz para estar en las películas. Quería estar en nueva York, para estar en Broadway. En un escenario, frente a gente a la cual pudiera mirar a los ojos, frente a gente real.

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