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lunes, 16 de febrero de 2009

ED BICKERT


Ed
Bickert.
un
hombre
y su Telecaster


por Jonio González
Cuadernos de Jazz nº 110, Enero / Febrero 2009






El canadiense Ed Bickert es uno más de los secretos mejor guardados que ha dado el jazz, y como tantos guitarristas, de Tal Farlow a Jimmy Raney pasando por Johnny Smith, lo ha sido por voluntad propia. Si hay una música que requiere del público y otra que sólo necesita de sí misma, ésta ha encontrado en él uno de los principales guardianes de las relegadas esencias.
Hacia mediados de los años sesenta del siglo pasado, Paul Desmond puede decir que conoce el éxito (al menos en el terreno musical): ha triunfado en el mundo entero con el cuarteto de Dave Brubeck y deleitado miles de oídos con su propio cuarteto en compañía de Jim Hall. Pero Brubeck decide disolver su formación y Hall, tras superar una enfermedad, seguir otros derroteros. Desmond, que padece ya los primeros síntomas del cáncer que pondrá fin a sus días, se refugia en Nueva York a beber martinis y mirar televisión. Esporádicamente, participa en algún festival.
Por la misma época, en Toronto, Canadá, un guitarrista nacido en Manitoba en 1932 se gana la vida como músico free lance y miembro de las orquestas de Moe Koffman y Rob McConnell. Su nombre es Ed Bickert, toca una Telecaster en lugar de una guitarra de caja, y disfruta ya de cierta fama entre sus colegas por sus sutilezas armónicas, su estilo pianístico y su inteligencia como sideman. Quiso la fortuna (esa aliada inesperada con que los artistas a veces topan a fuerza de empeño) que en 1974 el club Bourbon Street, de Toronto, ofreciera un contrato de actuaciones a Paul Desmond, que llevaba casi siete años prácticamente inactivo. Desmond acepta y Jim Hall le recomienda a Bickert, cuyo nombre significa bien poco fuera de Canadá pero a quien conoce desde hace años. Quizá lo hace porque entiende que las construcciones armónicas y el sentido del ritmo de Bickert son semejantes a los suyos, como así también su elegancia melódica, si bien en Bickert ésta parece ceñirse más a la estructura. En cualquier caso, Desmond queda tan impresionado que decide incluir al guitarrista canadiense en su siguiente disco, Pure Desmond , en el que también serán de la partida Ron Carter y Connie Kay.
Pure Desmond es, tal vez, el mejor disco que el saxofonista grabaría a su nombre desde su colaboración con Jim Hall y hasta el final de su carrera. Algún crítico ha señalado que las intervenciones de Bickert poseen menos brío que las de Hall en el anterior cuarteto, pero no puede obviarse el hecho de que el sonido de Desmond tampoco era el mismo. Crecientemente introspectivo, necesita de alguien que, como Bickert, lo comprenda en profundidad. Por otra parte, brío no es sólo vigor, sino, en términos jazzísticos, también sentido del swing, y si de algo no carece Bickert es de esto último. En el mismo 1975 el cuarteto daría todavía tres discos excelentes ( Like Someone in Love -con un Bickert brillante en la enésima versión de Just Squeeze Me -, Paul Desmond Quartet Live y Paul Desmond ), todos en directo en el Bourbon Street, en este caso con el baterista Jerry Fuller y el contrabajista Don Thompson, viejos colegas del guitarrista. Con esta formación se presentan en 1976, un año antes de la muerte del jefe de filas, en los festivales de Monterey y Edmonton. La reciente aparición de la grabación de este último concierto nos muestra a un Desmond refinado como siempre y a la vez potente, y a un Bickert quintaesencial, esto es atento, imaginativo y poseedor de un grave, que no austero, lirismo (v.g. en Darn that Dream ).
Su participación en el cuarteto canadiense de Paul Desmond y, sobre todo, el éxito de Pure Desmond supusieron para Bickert el reconocimiento (o más bien descubrimiento) de la crítica y el público estadounidenses. El Bourbon Street lo contrata como músico permanente y ahí acompaña a Chet Baker, Milt Jackson o Frank Rosolino, con quien graba, también en 1976, Thinking About You , un disco sereno en el que el entendimiento entre el trombonista y Bickert alcanza cotas, como en I Should Care , de verdadera emoción. En el cuarteto repite Don Thompson, en tanto que Terry Clarke reemplaza a Jerry Fuller. Con estos mismos graba, ese mismo y milagroso año, el primer disco a su nombre, Ed Bickert . En él destaca una versión de Manha de Carnaval , el único standard de bossa nova que registrará y muy probablemente, por razones obvias, un homenaje a Paul Desmond.
Rosolino no será el único grande que a finales de la década grabe con Bickert. A pesar de los esfuerzos de éste por pasar inadvertido, en 1979 el exquisito Ruby Braff requiere sus servicio para registrar Ruby Braff with the Bickert Trio . Aparte de constituir un ejemplo de la pericia del cornetista de Boston en el dominio de las notas graves (una de sus especialidades), así como de sencillez, swing y atención al detalle, representa un modelo tanto de la capacidad de Bickert para sustentar la voz solista como de su sutil contundencia y su concepción pianística de las progresiones armónicas (similar, para algunos críticos, a la de George Van Eps). Un disco imprescindible, reeditado en 1999 e incluido en The Canadian Sessions , a nombre de Braff. En adelante Bickert colaborará con otros maestros del jazz llamado (demasiado a menudo en tono compasivo) "clásico", como Dave McKenna, Benny Carter o Buddy Tate. Con ninguno, sin embargo, alcanzará las alturas de esta sesión con Ruby Braff.
Expuesto ya a la consideración de público y crítica, Bickert firma a comienzos de los ochenta un contrato con Concord, lo que para más de uno supone una condena a la previsibilidad. En ellos estará acompañado por el citado McKenna y neoclasicistas como Scott Hamilton, Fraser MacPherson o Warren Vaché, y serán, en todos los casos, discos amables, refinados, en suma profundamente coherentes, tanto en estética como en compenetración entre los músicos. Nadie espera, por otra parte, que Bickert haga otra cosa que preservar las esencias y, al mismo tiempo, procurarnos el placer de escuchar jazz. Y para ello quizá nada mejor que recurrir a sus discos en dúo, tanto el que grabó en 1978 con Don Thompson al contrabajo ( At the Garden Party ) como el que firmó con su ex jefe de filas, el trombonista Rob McConnell ( Mutual Street ). Quien no conozca a Bickert descubrirá un músico sobrio, concentrado, profundamente melódico, que ha asimilado el blues, el swing y el bop y nos los devuelve en la forma de fuentes inagotables. Quien ya lo conozca se limitará, simplemente, a disfrutarlo y admirarlo.
Discografía escogida
Como líder
1976: Ed Bickert (PMR)
1978: At the Garden Party (Sackville)
1983: At Toronto 's Bourbon Street ( Concord )
1983: Bye Bye Baby ( Concord )
1985: I Wished on the Moon ( Concord )
1989: Third Floor Richard ( Concord )
1991: Mutual Street (Innovation)
1996: The Guitar Mastery of Ed Bickert (DSM)
Con Paul Desmond
1974 : Pure Desmond (CTI)
1975: Like Someone in Love (Telarc)
1976: Edmonton Festival '76 (Gambit)
975: A Gentleman and His Music ( Concord )
Con Frank Rosolino
1976: Thinking About You (Sackville)
Con Ruby Braff
1979: Ruby Braff with the Ed Bickert Trio (Sackville)
Con Buddy Tate
1981: The Ballad Artistry of Buddy Tate (Sackville)

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