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viernes, 14 de mayo de 2010

"Muchas cosas se han escamoteado de los orígenes del tango"


Pianista, trombonista, pintor e historiador del arte, Juan Carlos Cáceres volvió a la Argentina para presentar disco y libro. En una entrevista con Clarín.com, el alma mater de la mitológica "Cueva de Pasarotus" (luego sólo "La Cueva") reivindica la influencia negra en el tango: "Hay que terminar con esa especie de racismo".


Por: Guillermo dos Santos Coelho

POLEMICO. Cáceres hace una defensa a ultranza de la "negritud" del tango.

Caso raro el de Juan Carlos Cáceres. En esa Biblioteca de Babel que es Wikipedia aparece su perfil en inglés, francés y hasta húngaro (!), pero no en castellano. Con el tango como eje de su carrera, es uno de los principales hacedores de la célebre "Cueva de Pasarotus" (más tarde sólo "La Cueva"), pianista, trombonista, pintor y profesor de Historia del Arte. Vive en Francia pero volvió a la Argentina en estos días para presentar disco con mirada al pasado ("40 años") y libro ("Tango negro"), dos de sus principales pasiones.

Aunque ahora entre en los catálogos de "World music", Cáceres, de 68 años, hizo el camino del tango al jazz y al jazz-rock latino. En junio presentará su doble "40 años" en el Centro Cultural Borges, en la Casa de la Cultura y en Notorious.

"Empecé a hacer mi compilación cuando se cumplieron 40 años de mi llegada a París. Esto es: yo llegué a París en el 68 y durante 40 años hice unas experiencias, algunas inéditas, en vivo...es un patchwork de cosas desconocidas", contó Cáceres a Clarín.com, recién llegado de Europa.

La otra de sus pasiones parece realmente visceral: la defensa de la negritud en los orígenes del tango.

Como camino hacia el libro hay toda una trayectoria de reivindicación, una actitud militante muy fuerte...

Hablando con amigos me propusieron que pusiera en escrito el producto de conferencias y master class que yo suelo hacer en Europa. Y me encuentro que todavía estamos en la rama, todavía no pasa nada, desgraciadamente.

¿Qué faltaría para salir de esa rama?

Hay que terminar con esa especie de racismo, de militancia racista al revés, de ostracismo de parte de otros: la falta de visibilidad de la colectividad negra.

¿También en el tango hay una suerte de historia oficial que oculta?

Muchas cosas se han escamoteado. Una de las primeras noticias que se tienen oficiales salió en 1913, en el diario Crítica salió una breve reseña firmada bajo el nombre de Viejo Tanguero. Y en ese momento se habla desde 1880 del barrio del mondongo, del barrio del tambor, de los negros, del candombe. Aparecen (Ricardo) Rodríguez Mola, Vicente Rossi...después cuando aparece el tango oficial, es como si hubiera nacido de la nada como un champignon.

¿Hay una negación de las influencias?

Es que sin esas influencias el tango no existe prácticamente.

Una anécdota pinta esa visceralidad. Invitado en París a una exposición en la casa de Carlos Gardel sobre los africanos en el tango, terminó peleando con una de las responsables que se preguntó qué tenían que ver los negros con el tango. "La frustración fue tremendamente grande", cuenta Cáceres. De todas formas, elogia a los músicos que también reivindican la influencia de la negritud en la murga y el tango, y ensalzan el poder de los tambores, como Ariel Prat ("Un amigo") o los integrantes de la Bersuit.

¿Cómo se lleva con las etiquetas? ¿Cómo siente que llegando del tango lo cataloguen como un cultor de la World music?

Hay muchos festivales de tango pero paradójicamente no me invitan. O me invitan pero para que haga una conferencia. En cambio, he tocado en los más grandes festivales del mundo de jazz, pero no tocando jazz sino tocando lo mío.

En esa idea de tocar "lo suyo" parece estar siempre presente una frase como eje conductor: "La modernidad está en los orígenes"...

Es que a partir del momento en que uno toma conciencia de los valores de su identidad, recreando los valores del pasado, pero no como piezas de un museo sino desde el punto de vista didáctico, podemos progresar, desarrollar nuestra propia identidad musical. Y eso nos falta.

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