La Madonna del futuro es pura ambición. Esta neoyorquina de 23 años fue la estrella de 2009 gracias a hits como "Poker Face" y un debut reeditado, "The Fame Monster". Aquí habla la chica que adora provocar, y cambiar de look como Bowie.
Por: Steffen Rueth"Poker Face", lo nuevo de Lady GaGa.
Hoy lucís una cabellera magnífica totalmente fuera de lo común. ¿De dónde sacaste los rulos?
Bueno, no son más que pelucas.
¿Y cuántas pelucas tenés?
Más de 20. Así puedo tener un peinado nuevo cada día sin tener que ir a la peluquería. Hoy tenía ganas de rulos rojos. La forma en que me presento al mundo siempre refleja cómo me siento por dentro.
¿Es posible que te equivoques y en realidad no estés tan loca como das a entender?
¿Te parece? Yo creo que estoy bastante loca. Esta vida como Lady Gaga puede generar mucha confusión. La cabeza me da vueltas. Y no por el alcohol, porque en realidad ya no bebo, sino por mi vida loca.
¿Cómo te convertiste en Gaga?
Fue un sobrenombre que se les ocurrió a mis amigos de Nueva York. Sabían que adoraba a Freddie Mercury de Queen y Queen tenía ese hit Radio Gaga.
¿Qué admirás de Mercury?
Fue una de las personalidades más grandes en todo el pop. Y no sólo era cantante, sino también un hombre del teatro y alguien que se transformaba constantemente.
¿Cuáles son tus modelos?
David Bowie. Este rayo que tengo dibujado en la cara es una referencia a él. O Andy Warhol. En su momento, hizo exactamente lo que estoy haciendo yo ahora. Lo que él hace es arte para la masa que no obstante es tomado en serio.
¿Te asusta que dentro de poco haya centenares de copias de Gaga dando vueltas?
No. Gaga hay una sola y no se puede copiar. Millones de chicas intentaron también copiar a Madonna. Esas chicas ya no están, pero Madonna sí: porque es especial.
¿Gaga es la Madonna del futuro?
No quiero parecer presuntuosa, pero mi meta es revolucionar la música pop. La última revolución la lanzó Madonna hace 25 años.
A los 18 años, ya estabas actuando en el Lower East Side de Manhattan, ¿como Gaga o como Stefani?
Al comienzo, usaba el nombre que me pusieron mis padres. Después, hace cinco años, tuve una etapa en la que huí un poco de mí misma. Abandoné mis estudios en la Tisch School of Arts, probé montones de cosas, incluso drogas. Ahora, ya no consumo drogas. Mis únicas drogas son el café y los cigarrillos. En ese momento era una especie de chica go-go burlesque en un bar gay del Lower East Side, donde vivo desde los 18 años. El Lower East Side es un depósito para todos los locos e i-nadaptados de Nueva York. Una noche mi padre vino al bar porque quería saber qué hacía ahí. Cuando me vio bailando con una tanguita de cuero se fue al instante.
De todos modos, ¿no es por momentos estresante tener que hacer de Gaga siempre?
No entendés. No hay dos Lady Gaga. No hay una persona en el escenario y una privada. Soy un ser humano, no una doble personalidad.
¿Es difícil trabajar con vos?
No mando asistentes a que vayan corriendo a buscarme el café con leche perfecto. No soy para nada una diva engreída.
Gaga, ¿qué le diste a la música pop que antes no tenía?
No tengo una respuesta clara para explicar por qué 2009 fue el año de Lady Gaga. Tal vez sea porque la gente siente cuánto amo la música pop. Me encanta ser una artista pop. No me avergüenzo de eso. Al contrario, me enorgullezco. Me inspiro en la cultura pop, el pop art y la cultura de los famosos. Hago música pop que no es estúpida.
¿Qué piensan tus padres de tu carrera?
Están felices. De chica, bailaba en la mesa cuando mis padres me llevaban a un restaurante. Escribí mi primera canción a los 13 años y a los 14 hice mi primera actuación. Mis padres siempre supieron que haría una carrera artística.
¿Cómo cambió tu vida en estos uno o dos últimos años?
Cambió completamente. Lo único que no cambió es mi ambición. Eso significa que es cada vez más grande, porque considero que mi música es importante y relevante. Estoy dedicándome al arte más que nunca.
¿Por qué?
Porque llevo una vida solitaria.
¿Solitaria?
Estando de gira llevás una vida más bien aislada. Estás totalmente concentrada en las actuaciones y no prestás demasiada atención al resto. Y pasás mucho más tiempo en cuartos de hotel de lo que la gente imagina. Esas noches, generalmente me siento a componer para poder seguir en contacto con mi esencia creativa. Así fueron creados los nuevos temas para el álbum The Fame Monster, que básicamente es una continuación de mi debut, The Fame. Las nuevas canciones tienen que ver con el lado oscuro de la fama. Abordan el hecho de que ahora me resulta imposible ir a un lugar sin que me reconozcan.
Entonces, ¿tu soledad se debe a que tu carrera es más importante que una vida privada equilibrada?
Así es, aunque prefiero hablar de mi trabajo más que de mi carrera. La carrera es solamente el resultado del trabajo. El trabajo es lo más importante para mí.
¿Nada de compras caras, nada de autos veloces?
Ni siquiera puedo manejar un auto. No tengo registro. Tengo un departamento alquilado en Nueva York. Nada más. Cuando viajo, tengo casi todas mis posesiones conmigo. Así de mínimo es lo que tengo.
¿Estás enamorada?
Sí, de mi música. De otro modo, no. Estoy sola. Pero creo en el amor.
"Bad Romance" es el título de tu último single. Dejáme adivinar: la canción habla del lado oscuro del amor. El amor tiene que ver con el peligro, es irracional. Te mantiene vivo y te destruye. La búsqueda del amor es el alimento del alma artística. Me da miedo que al encontrar el amor ya no escriba canciones.
¿Podría pasar que te sintieras tan feliz o tan enamorada que no pudieras seguir haciendo arte?
No sé. Si tengo mala suerte, sí. Tal vez me enamore de una persona que sea mi musa perfecta.
Tu mayor éxito "Poker Face" habla, entre otras cosas, de fantasías homosexuales. ¿Creés que podrías enamorarte de una mujer?
Por supuesto. En lo que al amor respecta, no hay reglas ni límites. Pero me gusta la sexualidad masculina. Los hombres tienen algo que yo no tengo, pero que valoro.«
Traducción de Cristina Sardoy
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