Apoya mis publicaciones con un ME GUSTA!

martes, 12 de enero de 2010

Dave Grohl habla de Foo Fighters y Them Crooked Vultures


La intimidad del supergrupo y el fuego sagrado de su banda de siempre.


Luego de reclutar al bajista de Led Zeppelin John Paul Jones para tocar en el disco de los Foo Fighters de 2005 In Your Honor, Dave Grohl ya soñaba con tocar de nuevo con él. "Nunca me imaginé que realmente fuera a suceder", dice el ex baterista de Nirvana y frontman de los Foo sobre su nueva superbanda con Jones y el líder de Queens of the Stone Age, Josh Homme. "Yo medio lo decía en broma. Tiré la idea apenas se me pasó por la cabeza." Ahora la banda es una realidad: el disco debut de Them Crooked Vultures, al que Grohl califica de "rompeculos", invoca el espíritu de Zeppelin, con las serpenteantes líneas de bajo de Jones, los truenos de batería de Grohl y los monstruosos riffs de guitarra de Homme. Al mismo tiempo, los Foo Fighters, después de quince años juntos, acaban de sacar una colección de grandes éxitos, con dos nuevos cortes: "Wheels", inspirada en Tom Petty, y una versión acústica de "Everlong". Lo enganchamos a Grohl en su casa de Los Angeles. "Estoy teniendo un maravilloso día de papá", informa Grohl, padre de dos hijas. "Violet está por empezar el jardín, así que estuvimos mirando escuelas en mi día libre en este trabajo de ser una leyenda del rock & roll."

¿Cuándo fue que John Paul Jones finalmente accedió a sumarse a tu banda?
Se hizo realidad a principios de este año. Los tres nos juntamos en mi fiesta de cumpleaños [Grohl cumplió 40 en enero] y armamos en el estudio de Josh. Había como una tensión nerviosa mientras disponíamos todo, como si estuviéramos en una cita a ciegas o algo así. Pero yo sabía que iba a funcionar: [Jones] es un genio del carajo que trabajó con Diamanda Galás y los Butthole Surfers. Por nuestra historia y nuestra herencia, tenía bastante sentido que tocáramos bien juntos.

¿Cómo fue la sesión?
Mientras zapábamos, pensaba: "Guau, man, ¡la estoy rompiendo! ¡Estoy sólido como una roca!". Y ahí me di cuenta: John está pegadísimo a mí. Es como que él se puede adherir a tu onda en un puto segundo. John te hace sonar de puta madre. Y Josh es genial para sacarte de las zonas donde estás demasiado cómodo. Luego de un par de días de eso, nos miramos y dijimos: "OK, ¿no tendríamos que armar una banda?".

¿Cuál es la diferencia más grande entre tocar con los Foo y los Vultures?
Hay muchas. Tocar con los Foo es más que estar en una banda, es una conexión: somos todos grandes amigos para toda la vida. Sin haber ensayado y hechos mierda por el jetlag, en noviembre entramos en un club de Berlín y tocamos tres horas sin lista de temas, dándole a las canciones hasta que no podíamos más; fue uno de los mejores shows que hayamos hecho. Los Vultures son como estar en un auto súper lujoso yendo por la autopista, dejándome guiar por mi instinto. Es emocionante.

Debe ser bastante importante zapar con John...
Cuando JPJ te pasa la posta en la zapada, más vale que no la cagues. Y hay veces que John se me acerca y me tira algo que no entiendo qué mierda es. En los ensayos tiraba unos ritmos africanos delirantes y yo tenía que parar y decirle: "John, no tengo idea de qué estás haciendo. Perdoná, man".

¿Qué canciones te resultan más difíciles en vivo?
"Spinning in Daffodils", "Gunman" y "New Fang"; nunca sé qué va a pasar. Generalmente, terminamos los shows con "Warsaw", porque los últimos cinco minutos son de una libertad total para todos. En los últimos 30 segundos ya estoy en el pico total de lo que puedo hacer, y lo miro a Josh, que está rezando: "¿Puedo por favor dar la señal de terminar ahora, antes de que me desmaye como un maratonista?".

Tenés el símbolo de Zeppelin IV de John Bonhan tatuado en tres lugares distintos. ¿Hay alguna historia divertida detrás de ellos?
El que tengo en la muñeca lo pagué con el primer cheque que cobré por Nirvana. Era de 400 dólares. Kurt [Cobain] y yo estábamos viviendo juntos en Olympia [Washington]. El lugar era deprimente. Había tortugas muertas por todos lados, y yo dormía en el sofá y me despertaba con colillas de cigarrillo y salchichas pegadas en la cara. Agarré los 400 dólares y me compré una Nintendo, una pistola de aire comprimido -ya tenía 21, no 12- y me hice ese tatuaje. Uno de mis recuerdos más cálidos de vivir en esa pocilga es del momento en que compramos una docena de huevos, los llevamos al patio, y Kurt, yo y Buzz de los Melvins le tirábamos a los huevos. Las buenas épocas.

Fuiste telonero de Dylan en 2006. ¿Pasaron mucho tiempo juntos?
En Canadá, en el backstage, me dijo: "Me gusta esa canción que dice «You've got to promise not to stop when I say 'when'»" ["Everlong"]. Me dijo: "Man, esa canción está muy buena. Debería empezar a tocarla". Y ahí me desmayé. Nunca lo había visto tocar, y la primera noche me emocioné y empecé a llorar un poquito. Era como ser testigo de algo tan importante como la llegada del hombre a la Luna.

En tu pueblo natal -Warren, Ohio-, le pusieron tu nombre a un callejón. ¿Cómo es la calle Dave Grohl?
Está atrás del McDonald's, con todos los containers de basura. Y hay murales con mi cara e instrumentos. Organizaron una celebración; yo estaba de vacaciones con mi familia, pero dije: "A la mierda, yo voy". Zapé con una banda, me emborraché, y me dieron las llaves de la ciudad. ¡Estuvo increíble! ¿Acaso Dylan tiene un callejón con su nombre? Me parece que ¡no!

Por Austin Scaggs

0 comentarios: