Los metaleros alemanes se separan Y vendrán otra vez a Sudamérica a presentar su último álbum, "Sting in the Tail". Su cantante adelanta este gran final tras 40 años juntos.
El escorpión picará por última vez el corazón de los amantes de la buena música. Y más que nadie lo sabe Klaus Meine, al frente de los geniales Scorpions durante cuatro décadas. Pasó del susurro al grito y le demostró al mundo como se puede combinar el metal, el rock y las baladas sin disminuir la calidad artística.
Una triste noticia para muchos, para otros no. Lo cierto es que el grupo alemán lanzará el próximo martes su último disco Sting in the Tail. Y ya arrancó en Praga la gira mundial Get your Sting and Blackout que coronará la carrera del quinteto alemán que se completa con Rudolf Schenker en la viola, Matthias Jabs en la otra guitarra, el baterista James Kottak y el bajista Pawel Maciwoda. "Quisimos terminar de la mejor manera posible, es como los Juegos Olímpicos cuando ves a los que se van a su casa con una medalla dorada. Siempre volvimos a nuestro hogar con discos de oro, no queremos empezar a bajar el ritmo frente a nuestro público. Tomamos la decisión de despedirnos, pero con una gran fiesta, un álbum poderoso y una gira fenomenal", dice Klaus, al teléfono.
Meine, casado y con un hijo, antes de decir adiós a los escenarios ya comienza a extrañarlos, señal de alguien que dio su vida por y para la música. "Fue un viaje espectacular, con muchos altibajos, pero lo mejor es que los miembros de la banda somos amigos. Compartimos esta etapa y tuvimos la chance de vivir este sueño juntos", dice sin dudar mientras el calendario muestra implacable que su primer disco (Lonesome Crow) fue editado en 1972.
La distorsión de temazos como Blackout o Rock You Like a Hurricane, junto a los temás más lentos del grupo, muestran el amplio matiz vocal de Klaus, quien tiene como ejemplo al gran Freddie Mercury. "Me gusta gritar una canción como Rock Zone (del nuevo álbum) o cantar una balada como Still Loving You. Tenés que ser un buen cantante porque si no, no podés interpretar este tipo de material", dice sin tapujos este vocalista nacido en Hannover hace 61 años que se copa con grupos como Rammstein o Tokio Hotel.
¿Quién no silbó en los noventa la inolvidable Wind of change? (¡hasta la hicieron en Ritmo de la noche en su única visita al país!), un temazo con estampa de clásico y éxito arrollador. "Con este tema ganó la libertad. Fue una canción de esperanza que surgió cuando tocamos en Moscú en agosto de 1989. Vimos que el mundo cambiaba ante nuestros ojos, se podía respirar el final de la Guerra Fría, pero ni remotamente pensé que el Muro caería pocos meses después. Como banda alemana que tocaba en la Unión Soviética fue conmovedor", recuerda nostálgico.
En el nuevo disco estará el tema Sly, en referencia a la otra gema soft del grupo. "Still Loving You fue un hit en todo el mundo, especialmente en Francia donde muchos llamaron a sus hijas Sly. Y nos pareció que sería bueno escribir una canción sobre esta joven: lograr una conexión con los fans de los años 80 y los de hoy", nos confiesa Meine.
Siguiendo con el nuevo disco, su corte de difusión The Good Die Young está dedicada, según Klaus, a los que defienden la libertad y un mundo más pacífico. Y guarda una perla: colabora la finesa Tarja Turunen, ex vocalista (y hoy solista) de la banda de gothic metal Nightwish. "La vimos actuar en un festival en Brasil. Y pensé que su voz tiene una muy buena conexión con la mía. Con su estilo operístico le dio un toque extra al tema", asegura el músico.
En el último álbum tampoco falta una balada rock como Lorelei. "Es sobre una saga alemana donde Lorelei, sentada sobre una roca a la vera del río Rin, comienza a cantar y los botes chocan. Lo relacionamos en cómo nos enamoramos y muchas veces naufragamos en nuestra vida diaria", explica el cantante.
Scorpions -que tocó en Obras Sanitarias en 1994- también deja lugar para la sorpresa. Y el misterio. Para mal de muchos fans (que en YouTube y en los foros maldicen al unísono) parte del grupo alemán estuvo en el país en febrero de este año contratado por una empresa automotriz alemana que presentaba una pickup. "Nos invitaron a Rudolf y a mí a San Carlos de Bariloche para ser parte del lanzamiento. Hicimos un pequeño unplugged (en el Hotel Llao Llao) para algunos periodistas. Y en Buenos Aires visitamos el cementerio donde está la tumba de Evita. Fue fantástico. Nos prometimos volver este año y hacer un show", dice Klaus aunque (aún) no se cerró nada aquí, pero sí en Chile el 14 de septiembre.
Antes de la última pregunta, interrumpe y se muestra deslumbrado por la Patagonia y la música local: "Qué hermoso país tienen. Una banda de allá nos dio un disco. Y estoy seguro de que debe haber muy buenos músicos, muy creativos. Argentina me parece un muy buen lugar para armar una banda". Si Klaus lo dice, como para no extrañarlo.«
El martes editan su último disco Sting in the Tail. Se despiden con una gira mundial: el 14 de septiembre tocarán en Chile. ¿Argentina? Aún nada confirmado.
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