Se fue el tecladista de “Humo sobre el agua”
El inglés fue piedra fundamental de Deep Purple. Mix de Bach, Elgar y el blues, su estilo fue único. Tenía 71 años.
16.07.2012
“Con profunda tristeza anunciamos la muerte de Jon Lord, quien
sufrió una embolia pulmonar fatal hoy, lunes 16 de julio, en la London
Clinic, después de una larga batalla contra el cáncer de páncreas. Jon
estaba rodeado por su amada familia”. De este modo, la página oficial de
Jon Lord en Internet anunció ayer la partida del músico, que tenía 71
años.
Jonathan Douglas Lord había nacido el 9 de junio de 1941 en
Leicester (Inglaterra), y desde los cinco años había estudiado piano
clásico, una formación que se notaría a lo largo de toda su carrera. A
la influencia de Bach, la música medieval y Edward Elgar, le sumaría el
blues de organistas como Jimmy Smith, Jimmy McGriff y Jack McDuff, y el
rock progresivo de Vanilla Fudge, una ensalada musical que daría como
resultado sonidos nunca antes escuchados.
A los 19 años ya formaba
parte de una banda de jazz, el Bill Ashton Combo, y a lo largo de la
década del ‘60 pasaría por otras, como The Art Wood Combo, St.
Valentine’s Day Massacre y Santa Barbara Machine Head (por donde pasaría
un joven Ronnie Wood). La clave de su carrera musical llegaría en 1968,
con la formación de Deep Purple, junto a Ritchie Blackmore en guitarra,
Ian Paice en batería y Chas Hodges en bajo. El, desde su órgano
Hammond, era como el líder de la banda.
Como suele suceder, los
comienzos no fueron de lo más alentadores, pero a partir de 1970, con la
incorporación del cantante Ian Gillan y el bajista Roger Glover, Deep
Purple remontó vuelo, al punto de haber sido una de las piedras
fundamentales del heavy metal. Con su órgano Hammond distorsionado, Lord
era el socio ideal para Blackmore, y de su genio surgió uno de los
riffs más famosos del rock, el de
Smoke on the Water (incluida en el álbum
Machine Head , de 1972).
Permaneció
en Deep Purple hasta 1976. Entre 1978 y 1984 tocó con Whitesnake, y
luego volvió a Deep Purple: de este segundo período data
Perfect Strangers
. En 2002 volvió a dejar el grupo, y se dedicó de lleno a la carrera
solista que sostenía paralelamente al grupo y que incluyó jazz, blues y
música clásica. Lord deja dos hijas (Sara y Amy), una viuda (Vickie,
hermana gemela de la esposa de Ian Paice) y un legado musical que
perdurará por siempre.
Esas tres notas
16.07.2012
Por Pablo Schanton
En 1962, el saxofonista Vince Wallace compuso “Bombay Calling”, una
sátira sobre el modo en que la música occidental adapta la de Oriente.
Siete años después, David LaFlamme, con los rockeros de San Francisco
It´s a Beautiful Day, graba una versión de “Bombay Calling”
co-firmándola: Wallace lo acusa de plagio. El cantante de Deep Purple,
Ian Gillan, cuenta que un día Jon Lord traspuso a su órgano Hammond las
tres notas básicas del “Bombay Calling” versión It’ a Beautiful Day. De
esas tres notas, tres huellas de gigante en la nieve, nace el riff más
famoso de Lord, el de la antibélica “Child In Time” (70), aquí conocida
como “Chico puntual”. Si vuelven a “Serpiente (viaja por la sal)”
(“Desatormentándonos”, ‘72), de Pescado Rabioso, descubrirán que, al
órgano, Carlos Cutaia recreaba mucha de la puntualidad lordiana. Wallace nunca lo hubiera imaginado...
Jonathan Douglas Lord, más conocido como Jon Lord (Leicester, 9 de junio de 1941 - Londres, 16 de julio de 2012),1 2 fue un músico británico. Tocaba el órgano Hammond y el piano y es considerado uno de los mejores de la historia en su campo. Comenzó practicando este último instrumento a la edad de cinco años, cuando su padre decidió que el pequeño Jon debería ser un pianista clásico.
Biografía y carrera
Comenzó a tocar el piano con nueve años de edad, recibiendo enseñanza de piano clásico. Después de adaptarse al instrumento encontró en el jazz y el blues una fuente más variada de música formando así su primer grupo en los años sesenta: The Bill Ashton Combo. Más tarde, en 1963 se unió a una banda, liderada por Art Wood, hermano mayor del actual integrante de los Rolling Stones, Ron Wood, que se llamó The Art Wood Combo y a partir de 1964 The Artwoods.
En 1968, ingresó a la banda Roundabout que meses más tarde cambiaría su nombre a Deep Purple. Con Deep Purple alcanzó el estrellato logrando fama y éxito en uno de los mejores grupos de la historia del rock mundial. Deep Purple se disolvió momentáneamente en julio de 1976 lo cual aprovechó Lord para emprender algunos proyectos como solista.
Desde el año 1978, tocó en Whitesnake hasta el mes de abril de 1984 cuando volvió a Deep Purple, donde estuvo hasta el año 2003. En ese año se separó nuevamente de Deep Purple y en el 2005 comenzó a trabajar como solista en Jon Lord & The Gemini Band.
Su padre, músico de jazz, permitió al pequeño Jon tocar en el piano de su abuelo a la temprana edad de cinco años. Luego de dos años de tomar lecciones con su profesor de música local Philip Lang, Lord recibió el arte y el amor por la música de parte de Frederick Alt. Algo más tarde, recibiría algunas lecciones del pianista John Palmer.
Aunque la música clásica y el jazz fueron su primer interés, fue el nacimiento del rock and roll lo que atrajo toda su atención y, para decepción de sus padres, decidió no ingresar en el Royal College of Music. Antes de comenzar a hacer dinero de ese rock and roll, se convirtió en un maestro de escuela de domingos, y también flirteó con el teatro. Comenzó a estudiar actuación en el Little Theatre de su ciudad natal, Leicester, antes de mudarse a Londres en 1960 para entrar en la Central School of Speech and Drama, transferida en 1962 al Drama Centre London. Mientras tanto, durante 1960 se había convertido en un activo miembro del The Bill Ashton Combo. Luego, de 1960 a 1963, se unió a The Don Wilson Quartet, que más tarde cambió el nombre a Red Bludds Bluesicians. Durante esa época Jon se vería sumamente influenciado por todos los organistas de jazz norteamericanos, tales como Jimmy McGriff, John Patton, Jack McDuff y muy especialmente por Jimmy Smith. Estos intérpretes fueron los que impusieron el uso del órgano Hammond en el jazz. Más tarde, con el uso que le darían al Hammond en el rock músicos ingleses tales como Georgie Fame y Graham Bond, se gestaría una camada de músicos cuyo sonido marcaría profundamente al joven Jon.
Empezó como músico profesional en 1963 con The Art Wood Combo, más tarde renombrada a The Artwoods, una banda británica de Rhythm and Blues fundada por el hermano mayor (Arthur Wood) del guitarrista de los Stones, Ronnie Wood, y con quienes permanecería hasta mediados de 1967.
Antes de su disolución estos se cambiarían el nombre a Saint Valentine´s Day Massacre, grabando un sencillo, tras lo cual, Jon se sumó a los también breves Santa Barbara Machine Head. Luego Lord se convirtió en miembro de The Flower Pot Men, con quienes realizó giras pero nunca grabó.
Luego de esto, Jon Lord aceptó una oferta de quien era cantante de la por entonces disuelta banda The Searchers, un tal Chris Curtis, para unirse a los Roundabout, el embrión de Deep Purple.
Hay que destacar un capítulo en la vida de Jon Lord que fue su participación en el primer LP de The Kinks, una agrupación británica de rock and roll que alcanzaría un notable éxito en Inglaterra. Jon fue contratado como sesionista junto a otros músicos, entre ellos quien luego sería guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page. Mucho se ha hablado de la participación o no y en qué temas por parte de Jon; en más de una ocasión afirmó que participó en cuatro temas del fabuloso álbum debut de The Kinks: "You Really Got Me", "Bald Headed Woman", "Long Tall Sally" y "Lover Not A Fighter", dos de los cuales entraron en el mencionado álbum y los demás fueron publicados en sencillos.
Una vez consolidada la nueva agrupación de Deep Purple en 1968, con Ritchie Blackmore, Ian Paice, Rod Evans, Nick Simper y el propio Jon Lord (a la que más tarde los estudiosos de la música adosarían la denominación "Mark I" por ser la primera formación de Purple) los Purple comenzaron a trabajar en lo que sería su primer álbum. Lord sería el principal referente y quien llevara las riendas en cuanto a la dirección artística y musical del grupo hasta el año 1970, donde pasó a ganar predominio Ritchie Blackmore. Lord otorgó al grupo un auténtico y particular sonido "psicodélico", que si bien en la época era algo muy común en los grupos de rock, dejaba percibir un atisbo, una característica particular, un "algo" en la música de Deep Purple que la hacía diferente a la de los demás y luego sería famosa en todo el mundo. Esa característica sería otorgada desde el Mark I por Jon Lord junto con sus compañeros Ian Paice en batería y Ritchie Blackmore en guitarra debido a que ellos se preocupaban principalmente de la parte musical mientras los bajistas (Nick Simper, Roger Glover o Glenn Hughes) y vocalistas (Rod Evans, Ian Gillan o David Coverdale) de turno en cada una de las diversas formaciones hasta 1976 se precouparon de escribir las letras de los temas.
Los tres primeros álbumes de Deep Purple contienen mucho del virtuosismo de Lord, caracterizado por largos y frenéticos pasajes de órgano Hammond, con superposiciones rítmicas y melódicas de órgano, con uso y abuso de los altavoces rotatorios Leslie, que otorgan al Hammond su particular sonido. No sería hasta 1969, justo luego del reemplazo de Nick Simper y Rod Evans (bajista y cantante, respectivamente, del grupo) por los nuevos miembros Ian Gillan y Roger Glover, que el mundo no vería a la luz uno de los capítulos más curiosos y singulares de la música del siglo XX: la fusión entre una orquesta filarmónica clásica y un grupo de rock, interpretando una pieza clásica compuesta por tres movimientos cuya autoría musical corresponde íntegramente a Jon Lord: Concerto for group and orchestra.
Un poco para superar el escollo de aún no ser reconocidos ampliamente en Inglaterra y otro poco para satisfacer sus ansias de proyectos faraónicos, Jon Lord propone al manager del grupo realizar un concierto para Grupo y Orquesta, uniendo sus dos grandes amores, la música clásica y el Rock en una extravagancia musical que sería plasmada en un álbum en vivo, grabado en el Royal Albert Hall de Londres, tras lo cual recibieron una ovación del público durante quince minutos.
Luego del suceso del "Concerto", Lord se convertiría en uno de los gestores del sonido del órgano Hammond en el ámbito de la música hard rock (junto a Uriah Heep), en parte gracias al álbum In Rock de 1970, siendo el pionero en introducir pasajes musicales cercanos al sonido de un órgano de iglesia, poderosos "rugidos", rápidos solos de virtuosismo desbordante, acompañamiento con distorsionados "riffs" y el comienzo de la inmortal relación musical con Ritchie Blackmore, todo dentro del contexto de la música de Deep Purple.
Paralelamente a su trabajo en Deep Purple, de 1968 al 1976, Lord siguió trabajando en sus proyectos solistas. El primero de ellos fue un encargo de la BBC como resultado del éxito que había generado el Concert for Group and Orchestra. Dicho trabajo se llamó Gemini Suite y fue grabado en vivo, en el Royalt Albert Hall de Londres con Deep Purple y la Light Music Society en la orquesta, dirigida por Malcom Arnold, quien también había sido el director de orquesta del Concerto.
Cabe destacar que este material sería posteriormente relanzado en 1971 como obra solista de Lord (no en colaboración con el resto de Deep Purple, sino con sólo dos de sus miembros, Ian Paice y Roger Glover) habiendo cambios en los arreglos musicales, siendo grabado en estudio y participando además otros músicos de sesión.
También durante 1971, Lord, junto a Tony Ashton y otros músicos, realizaría la música para una película titulada The Last Rebel, consistente en dos piezas musicales: "The Last Rebel" y "You, me and a friend of mine".
Otros trabajos posteriores a los nombrados son First of the Big Bands de 1974, en co-autoría con su amigo Tony Ashton y Windows (del mismo año que el anterior) junto a Eberhard Schoener.
Tras la separación de Deep Purple en 1976 formó Paice, Ashton & Lord, grupo que formaría junto a su amigo personal Tony Ashton, al batería de Purple, Ian Paice, además de quien fuera luego guitarrista de Whitesnake, Bernie Marsden, y al bajista Paul Martínez. Con ellos graba un solo álbum, Malice in Wonderland, para luego disolverse la agrupación, debido principalmente al abuso de Tony Ashton con el alcohol. Durante 1976 también editó Sarabande, una obra compuesta íntegramente por él.
ADIOS A JON LORD (1941-2012), ORGANISTA DE DEEP PURPLE
Oh, Lord
Por Diego Fischerman
Por
un lado estaba un compositor esquizofrénico, alcohólico y suicida,
ganador del Oscar en 1957, por la música de El puente sobre el río Kwai,
y despreciado por la crítica por reaccionario. Por el otro había un
grupo de rock, de un virtuosismo inusual para la época que, con tres
discos en apenas un año y medio, había inventado algo que todavía no
tenía nombre y que acabaría tomándolo de dos novelas y una canción
ajena. Era 1969 y el grupo, que se había llamado Roundabouts y terminó
bautizado Deep Purple, estrenaba nueva formación –la que sería más
famosa, con otro cantante y otro bajista– con uno de los proyectos más
espantosos de la historia: un Concierto para grupo y orquesta compuesto
por su organista y orquestado parcialmente y dirigido por Malcolm
Arnold, que unos años después intentaría matarse por primera vez y que
en 1993, después de una larga internación, sería nombrado caballero por
la reina Isabel II.
El organista se llamaba Jon Lord y murió el 16 de julio pasado. La
revista inglesa Gramophone, decana entre las dedicadas a la música
clásica, publicó un obituario. Allí lo define como “compositor y músico
clásico y de rock”. Jamás se hubiera hablado de lo primero si faltara lo
segundo. Sin embargo es su caracterización como “músico clásico” lo que
le da a esa revista la coartada para hablar de aquello por lo que
verdaderamente se lo recordará, su trayectoria como músico de rock. Un
camino que, más allá de los posteriores Paice, Ashton and Lord y
Whitesnake, quedaría para siempre ligado a Deep Purple, donde por
inspiración o capricho había hecho por primera vez lo que terminaría
definiendo a un género: unir el trío distorsionado, heredero de Jimi
Hendrix Experience y Cream, con un instrumento que venía del rhythm
& blues y de la iglesia afroamericana pero, también, de Johann
Sebastian Bach, y que definiría todo el espectro de grandiosidad y
aspiración épica sin el cual el rock duro jamás se hubiera convertido en
metal pesado.
“Me gustan la niebla y los rayos, el trueno de metal pesado”,
cantaba Steppenwolf en “Nacido para ser salvaje”, el tema central de la
banda de sonido de la película Easy Ryder, donde un joven Dennis Hopper
se dirigió a sí mismo, junto a Peter Fonda, recorriendo los Estados
Unidos en una moto. Las palabras no eran nuevas. William Burroughs había
llamado Heavy Metal Kid a uno de los personajes de la novela Soft
Machine, de 1962, y dos años después había vuelto a hablar de “heavy
metal”, en Nova Express, para hablar del exterminio de la raza humana
por la vía de la biotecnología. Palabras afortunadas para hablar de algo
que podría haber comenzado, como tantas otras cosas, por el Album
Blanco de Los Beatles, si no fuera porque este álbum se terminó de
grabar en noviembre de 1968 y se editó un mes más tarde. Shades of Deep
Purple, en cambio, se publicó en julio de ese año. Y allí, ya en el
primer tema, “And the Address”, están esos acordes de órgano cercanos al
ruido convirtiéndose en una gigantesca disonancia que, a manera de big
bang, deriva en un riff (el primero de una larga serie de riffs
perfectos) y, luego, en el solo de guitarra de Ritchie Blackmore, donde
su manera de estirar las cuerdas lleva la afinación a un límite, y en el
de Lord, que por primera vez utiliza en el órgano Hammond las maneras
de frasear sobre escalas de blues que Hendrix y Clapton ya habían
patentado.
Blackmore, Lord, Ian Paice en batería, Rod Evans como cantante y
Nick Simper en bajo, grabaron dos discos más: uno llamado The Book of
Taliesyn (publicado a fin de 1968) y otro bautizado Deep Purple, a
secas, que se editó en junio del año siguiente. Todos ellos tenían
bastantes antecedentes. El guitarrista había trabajado como sesionista e
integrado grupos como Outlaws. Lord había tocado con The Flower Pot
Men, con quienes registró el éxito “Let’s Go to San Francisco”, con The
Kinks, con quienes grabó “You Really Got Me” y con The Artwoods. Evans y
Paice venían de un grupo llamado Maze y Simper había estado en una
banda pionera, Johnny Kidd & The Pirates. Todavía no se hablaba de
metales pesados sino de psicodelia. Pero la manera en que Deep Purple la
entendía no tenía nada que ver con la de ninguno de sus contemporáneos.
Ni siquiera con la de Vanilla Fudge, un grupo estadounidense del que
tomaron la idea de interpretar versiones extendidas –y medianamente
delirantes– de canciones de otros. En el primer disco estaban, por
ejemplo, “Help”, de los Beatles, “I’m So Glad”, de Skip James, que Cream
había incluido en su primer disco, Fresh Cream –aunque en este caso con
el agregado de un pedazo de Scheherezade, de Rimsky-Korsakov–, y “Hey
Joe”, atribuida a Billy Roberts, que Hendrix había grabado en su primer
disco single. Y esos tres discos extraordinarios, en los que anida mucha
de la música del futuro, pasaron absolutamente desapercibidos.
Fue con el cambio de integrantes –se incorporaron Ian Gillan como
cantante y Roger Glover como bajista, reemplazando a Evans y Simper–,
con la presentación de septiembre de 1969 en el Royal Albert Hall, donde
tocaron algunos de sus temas y estrenaron el horrible concierto de Lord
junto a la Royal Philharmonia Orchestra, y con la posterior edición del
disco que registraba el evento, en diciembre de ese año, cuando empezó a
hablarse de Deep Purple. Y es que a partir de allí llegó, en rápida
sucesión, una trilogía ejemplar: In Rock (1970), Fireball (1971) y
Machine Head (1972). Están los hits, por supuesto: “Black Night”, “Child
in Time”, “Fireball”, “The Mule”, “Lazy”, “Smoke on the Water”. Pero
están, también, esos pequeños resquicios, muchas veces cercanos al mal
gusto, de música clásica escuchada desde afuera, de falsa erudición, con
una enciclopedia más cercana a las audiciones radiales de “clásicos
para todos” que a otra cosa, que cruzados con la maquinaria del rock
duro dieron uno de los resultados más originales e interesantes que
pudieran imaginarse. Entre los puntos más altos hay que señalar cada una
de las veces que Blackmore y Lord se contestan entre sí, ese órgano
disparatado en el comienzo de “Speed King”, emergiendo del frenesí, la
escalada homérica de Lord y Gillan en “Child in Time”, la fluidez y el
swing en “Lazy”. Jon Lord, uno de los artífices de ese sonido, murió a
los 71 años y, según se dice, preparaba una nueva versión de aquella
obra monstruosa que había estrenado junto a Sir Malcolm Arnold, esta vez
travestida como concierto para órgano Hammond y orquesta. Parafraseando
a Gramophone, como compositor clásico fue totalmente irrelevante. Como
músico de rock, fue un clásico.