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jueves, 14 de marzo de 2013

JETHRO TULL´S IAN ANDERSON. CONCIERTO 14 DE JULIO DE 2012 EN CORDOBA.

    





 
El Festival de La guitarra de Córdoba cerró con la actuación de la mítica banda escocesa Jethro Tull

THICK AS A BRICK
Intérprete: Jethro Tull
Lugar: Teatro de la Axerquía
Día : Sábado, 14 de Julio de 2012

El Festival de La guitarra de Córdoba, cerraba su 32, con la actuación de la mítica banda escocesa Jethro Tull con su líder Ian Anderson a la cabeza.
A las 23.30 en punto, y con el Teatro de la Axerquía repleto, sobre el escenario con una luz en penumbra, aparecían seis personajes ataviados con gabardina y gorra, que previstos de cepillos y plumeros hacían labores de limpieza sobre el piso y el back line, (instrumentos). Esta actividad se prolongó varios minutos, tras los cuales se despojaron del atuendo, tomando posesión de los instrumentos e iniciaron el concierto. A los primeros compases de Tick as a Brick , del que este año se cumplen 40 años, razón por la que emprenden esta gira, apareció Ian Anderson en escena, a lo que el público respondió con una gran ovación.

El concierto contaba de dos partes bien diferenciadas, en la primera ofrecieron íntegramente Tick as a Brick , publicado en 1972, y una segunda con el reciente Thick as a brick 2 , también de forma continuada, publicado este mismo año. Todo en forma de suite, mezclando distintas músicas, con un toque principalmente folk.


Aunque los viejos rockeros nunca mueren, los años no pasan en balde, y el verdadero inconveniente es que Anderson está perdiendo la voz. Para solventar este problema, cuenta con la actuación del segundo cantante, Ryan ODonell, que además ejercía de showman, y presentador, cambiando de traje según se sucedían los pasajes del concierto, mas cercano al estilo de cantante de un musical, aunque con bastante presencia de voz y a un gran nivel interpretativo.


La banda, que contaba con la presencia de dos de los músicos originales, David Goodier al bajo y John O´Hara a los teclados, se completaba con Florian Opahle a la guitarra, un joven y virtuosos guitarrista y Scout Hammond a la batería, el sonido aunque compacto, sonaba un tanto blando , faltaba pegada, pero no achacable a los músicos, sino a la producción que Anderson ha aplicado. En lo que Ian Anderson sigue estando a un gran nivel es en su forma de tocar la flauta, sacando sonidos magistrales con su manera tan peculiar, que no es otra que la de flutter-tongue , una técnica característica de los instrumentos de viento que consiste en utilizar la lengua para producir un característico FrrrrFrrrr mientras se soplan las notas de manera convencional, consiguiendo así un efecto trémolo o de vibrato
La música se iba intercalando con audiovisuales que describían lo que se narraba, e incluso sirvió para la presentación de los músicos.



En la segunda parte correspondiente a Thick as a Brick 2 , pudimos tener la sensación de estar escuchando una composición antigua, incluso mas barroca, que lo que cabía esperar de un trabajo hecho recientemente, cosa un tanto sorprendente.




Con la presentación de los miembros del grupo a través de la pantalla multimedia, el concierto llegaba a su fin, pero nuevamente sorprendieron con un bis, que se prolongó durante bastantes minutos, acabando con Locomotive Breath , tema incluido en su disco Aqualung , y que fue muy celebrado por el público que llenaba la Axerquí
 Texto: Jose Maria Aljama
Fotos: Angela Maria Velardo 





 Ian Anderson: Ya no me avergüenza mostrar mis letras
 
Ian Anderson, líder de Jethro Tull, habla de su forma de componer, de su rechazo a los hippies y de la importancia de "Thick as a brick", el clásico que recreará este viernes en Córdoba.
 
Por José Heinz 06/03/2013

Hora de la siesta. Suena un interno de la redacción. "Hola. Soy Ian Anderson y me comunico a raíz de una entrevista", se escucha del otro lado en un inglés perfecto, con una dicción tan correcta que la primera sospecha es que se trata de una grabación. Nada de eso: una vez superada la sorpresa y luego de algunos minutos de charla, la curiosidad le gana a los objetivos de trabajo, así que se suma una pregunta imprevista al cuestionario, para saber si el señor Anderson siempre es quien llama a los periodistas, cuando en general la comunicación se produce al revés.
"Prefiero hacerlo de esta manera. Cuando son ellos quienes deben llamarme, a veces se retrasan de la hora pautada y eso modifica mi agenda", asegura el líder de Jethro Tull, quien desde hace ya varios años es su propio mánager para tener mayor control de sus decisiones. "Además, esta modalidad también es buena para el periodista: la factura telefónica me va a llegar a mí y no a vos", bromea desde algún punto de Europa que durante la conversación nunca se va a develar.

Anderson llega a Córdoba este viernes, para presentar un espectáculo especial que conmemora las cuatro décadas de Thick as a Brick, álbum editado originalmente en 1972 junto a su banda, considerado uno de los pilares fundamentales del rock progresivo. Dividido en varias partes, el recital recrea el álbum completo y, luego de un interludio, el grupo interpreta una secuela, Thick as a Brick 2. Y también habrá lugar para otros clásicos de Jethro Tull.

No es la primera vez que Anderson actúa en esta ciudad. Algunos años atrás se presentó con otro show, y aunque tiene en claro que ya estuvo por acá, reconoce que de Córdoba recuerda poco y nada. "En las giras tengo muy poco tiempo para ser turista. Pero en esta visita voy a tener una noche libre, así que me encargaré de explorar tu hermosa ciudad", dice.




–¿Cuál dirías que es la importancia de "Thick as a brick" en la historia del rock?

–Creo que tanto en lo musical como en lo lírico fue un paso más allá de lo que era popular en aquel momento. Es un disco de rock progresivo, pero tiene parodia y algunos elementos humorísticos, lo que generó una mezcla surreal entre lo serio y lo cómico. Fue un paso grande para Jethro Tull, fundamentalmente desde el punto de vista técnico: llevamos al límite las posibilidades musicales del momento, es un disco muy difícil de tocar en vivo.

–Hay grupos actuales cuya propuesta es muy cercana al sonido de la época de Jethro Tull. ¿Considerás que tu música sigue siendo influyente?

–Aunque ya se hablaba de "rock progresivo" a fines de la década de 1960, es un estilo propio de la década siguiente, y a partir de allí su influencia continuó. En los años de 1980 surgieron bandas como Marillion; en 1990, Dream Theater, Porcupine Tree, Opeth... Siempre surgen bandas que llevan la bandera de una música compleja e inventiva. Es difícil hablar de esas bandas sin pensar en grupos como Yes, Genesis o Emerson, Lake & Palmer. Quizá algo de mi música haya servido de influencia también.




 

–¿Tenés pensado editar un nuevo disco de estudio?

–Sí. De hecho, acabo de terminar de escribir las letras. En marzo tengo que grabar los demos y armar los arreglos. Las sesiones de grabación están pautadas para noviembre y diciembre de este año, así que no habrá novedades hasta dentro de varios meses. Seguramente lo terminaremos de grabar antes de la Navidad. Calculo que verá la luz en abril del año próximo.

–¿Cómo es tu método de escritura?

–Me resulta más fácil hoy que antes. De joven, solía ponerme muy nervioso cuando escribía las letras de mis canciones. No tenía la confianza para mostrarles las letras al resto de la banda, así que ellos nunca sabían de qué iba el tema hasta que escuchaban la canción ya mezclada en el estudio. Ahora es diferente, incluso me gusta mostrarles los bocetos a mis compañeros de banda, para que se den una idea de hacia dónde quiero ir. Cuando nos juntamos en el estudio a ensayar, ya saben de qué se trata. Así hice mi último álbum, por ejemplo. Ya no me avergüenza mostrar mis letras.

–¿Qué cosas te inspiran para escribir?

–Soy muy observador. Me inspiran algunas lecturas, pero también me gusta ver a las personas. También uso experiencias personales, pero en las canciones "personalizo" apenas un 20 por ciento. El 80 restante está basado en otras personas, otros lugares y otras cosas. Pienso en imágenes. No soy de cantar letras acerca de mí y mis emociones.





Ni hippies ni festivales

–Hay versiones diferentes acerca de la ausencia de Jethro Tull en Woodstock. Una asegura que fue porque a Ian Anderson no le gustaban los hippies. ¿Es cierto?

–Es absolutamente cierto. Recuerdo estar desayunando en un hotel de Manhattan, cuando nuestro manáger de entonces se acercó y me habló de un gran festival de música en Nueva York, con muchas bandas. Yo le respondí que ver a gente desnuda y drogada no era mi idea de diversión, así que preferí declinar. Por otra parte, aquella era nuestra segunda gira por los Estados Unidos y no me hubiera sentido cómodo, sentía que no estábamos lo suficientemente preparados, que teníamos que buscar otras formas de expresión para el público norteamericano, que es muy diferente al europeo. Así que decliné esa oferta, creo que fue una decisión correcta. Además, Jethro Tull no es una banda de festival. Me incomoda tocar en festivales, no me gusta estar entre medio de muchos músicos ruidosos y sus equipos de trabajo, para mí es un infierno. No disfruto nada de esa intensidad de backstage. Quiero que mi camarín sea como una iglesia vacía: silenciosa, calma, reflexiva. Eso obviamente no sucede en un festival, que suele estar lleno de músicos con pelo largo y pantalones ajustados.

–Tus conciertos son largos. Supongo que es difícil tocar la flauta durante tanto tiempo sin sufrir las consecuencias. ¿Cuál es el secreto?

–Cuando estoy de gira es más fácil, ese es el mejor entrenamiento. Es complicado regresar después de un tiempo sin actuar, porque hay que administrar la histamina con muchos ejercicios de respiración. Tengo que ensayar antes. No hago shows completos desde mediados de diciembre, así que la clave es la preparación. Si únicamente cantás, hay momentos en que podés respirar, pero mi caso es diferente porque cuando no estoy cantando, tengo que tocar la flauta (risas), no tengo tiempo para relajarme. Es un trabajo duro. Pero, bueno, es lo que se supone que debo hacer.

–No es fácil ser Ian Anderson...

–Bueno, si uno lo vuelve más estresante de lo que en realidad es, va a dañar tu salud seriamente. Pero si intentás reducir los problemas y hacer las cosas más fáciles, cambia el panorama. Por esa razón no tengo mánagers. En los últimos 35 años, he sido mi propio mánager. Planeo las giras, los viajes, los hoteles... Estoy muy involucrado en eso, y así me aseguro de que el trabajo se haga bien. Trato de mantener las cosas simples, por eso las hago yo mismo.

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