Mi amiga, la canción. Así había titulado Mario Clavell su autobiografía, publicada en 2002. Y eso hacía él: hacerse amigo de sus canciones y volverlas amigables para todo el mundo. Ayer, después de una larguísima carrera como compositor y cantante, murió a los 88 años, en su casa. Según declaró su hija Marga, “venía arrastrando varias complicaciones que se fueron agravando”. Sin velatorio, sus restos serán inhumados hoy en el cementerio privado Memorial de Pilar.
Lo suyo era el bolero, pero también la canción infantil. Cultivaba el romanticismo, pero también se animaba al humor. Compuso, cantó y también fue actor. Su carrera empezó en la Argentina y también tuvo gran éxito en México, Chile, Perú, Venezuela y España. Era un espíritu inquieto y creativo: compuso boleros, ya clásicos del género, como Somos , Abrazame así y Quisiera ser , que tuvieron decenas de versiones por artistas hispanoamericanos, desde Roberto Carlos, Lucho Gatica y Los Panchos hasta Olga Guillot, Plácido Domingo, Julio Iglesias, Raphael, Estela Raval, Susana Rinaldi y Chico Novarro. Clavell, además, compartió escenario y trabajo con Libertad Lamarque, Niní Marshall, Pedro Vargas y Juan Verdaguer, entre otros.
Había nacido en Ayacucho, en la provincia de Buenos Aires, el 9 de octubre de 1922. Su ídolo, como el de tantos en su infancia, era Carlos Gardel. Esa admiración lo llevó a relacionarse con la música desde muy chico: a los 9 años ya cantaba en el coro de la iglesia y la escuela, en Tandil donde pasó su infancia. Y a los 18, ya en Buenos Aires, debutaba en Radio Belgrano como crooner de jazz. Pero antes de ganarse la vida de lleno con la música, tuvo que dedicarse unos años a trabajar en una compañía de seguros y a escribir en los ratos libres. El tenor mexicano Juan Arvizu fue el primero que escuchó y grabó un tema suyo.
A partir de 1946, cada disco que editó fue un éxito de público y no paró de cantar en radios y clubes, principalmente en el elegante salón “La Coupole”.
Unos años más tarde debutó como actor en Los Pérez García (de Fernando Bolín y Don Napy). De esa etapa de su vida son algunas de las canciones que, en la voz de otros intérpretes, lo hicieron reconocido, como Somos (su tema más famoso que, según su propio relato, se le ocurrió después de una ruptura con una novia, mientras viajaba en el colectivo 60); Abrázame así , Hasta siempre , Mi carta y ¿Qué será de mi?, entre muchas otras románticas. También escribió temas que se destacaron por el sentido del humor como Es muy fácil el inglés , El hombre es como el auto y El vals alemán .
La década del 50 lo encontró recorriendo, en gira, todo el continente americano. También filmó El ladrón canta boleros de Enrique Cahen Salaberry junto a Pablo Palitos y donde conoció a su gran amor y compañera de toda la vida, la actriz Marga Landova.
Su categoría de estrella popular lo llevó a compartir el programa musical Philco Music Hall , por el viejo Canal 7 con figuras como Niní Marshall. Enseguida viajó a México, donde filmó varias películas. Y a fines de los 60 se radicó en España durante cinco años donde trabajó en radio, televisión y en café concert.
De vuelta en la Argentina, hizo teatro, televisión y participó, como músico en La sonrisa de mamá . Pero durante la década del 80 hubo un período de silencio y poca exposición. Nadie parecía acordarse del autor de grandes boleros. Recién en 1991, volvió a grabar, esta vez en los Estados Unidos. De regreso a Buenos Aires, en 2000, compartió teatro con Juan Verdaguer y Carlos Garaycochea con Masters . Después realizó varias ediciones discográficas con recopilaciones, algunas para el público infantil. “Todas las letras de mis canciones nacieron por algo que, a veces, me lleva tiempo compreder”, confesó alguna vez.
Tan amplio fue su horizonte que el director español Pedro Almodóvar eligió Somos como uno de los temas para musicalizar la película Carne trémula , esta vez, en la voz de Chavela Vargas.
De todas las versiones de Somos , que incluyen a estrellas internacionales como Mina y Teté Montoliú, Clavell recordaba con especial cariño la de José Feliciano. “En la introducción, entre los sonidos de las cuerdas, podía oír los latidos de su corazón”, contó.
El músico guardaba como amuleto una tarjeta con el nombre y la dirección de Carlos Gardel en Nueva York. Un admirador se la había regalado después de un show en Bogotá.
Miguel Mario Clavell (su nombre completo) hasta sus últimos días siguió cantándole al amor. “Las señoras por la calle me dicen que lloran cuando escuchan mis canciones”, decía. Orgulloso de lograr su cometido.
El chansonnier de América
El prolífico músico tenía 88 años. Alcanzó notoriedad en todo el mundo a partir de temas como "Abrázame así", "Somos" o "Quisiera ser". Sus temas fueron intepretados por cantantes de todo el país.
10/03/11
Se apagó una de las voces más reconocidas de la música argentina. A los 88 años, falleció el compositor de bolero, tangos y canciones infantiles Mario Clavell.
"Mi padre venía arrastrando varias complicaciones que se fueron agravando", resumió Marga, la hija del artista que nació el 9 de octubre de 1922.
La hija del también actor, que alcanzó notoriedad a partir de temas como "Abrázame así" y "Quisiera ser", anunció que no habrá velatorio y que los restos de Clavell serán inhumados mañana por la mañana en el cementerio privado Memorial de la localidad bonaerense de Pilar
Considerado "El Chansonnier de América", Clavell realizó giras por todo el continente. Sus primeros éxitos como autor fueron “Por qué?", "Qué será de mí?", "Hasta siempre!" (No te digo adiós), "Porque tú lo quieres" y "Somos", su canción más emblemática, que aún sigue siendo hit en todo el mundo.
Desde pequeño Clavell demostró su vocación por la música y el canto. Debutó a los nueve años como solista en la fiesta de fin de curso del Colegio San José, de Tandil.
Pero sus inicios no le fueron fáciles. Las necesidades de la vida le hicieron buscar seguridad económica, y se empleó en una importante compañía de seguros. Entre póliza y póliza, siempre encontraba un momento para escribir en su máquina las primeras canciones que lanzaría en 1944, tras el debut de la primera por el famoso tenor mexicano Juan Arvizu.
La inspiración de Clavell se transformó rápidamente en éxitos populares, interpretados por todos los cantantes y orquestas del país.
En dos años, Clavell se convirtió en el compositor de moda, y esto originó las ofertas de empresas que querían contar con su actuación como intérprete de sus grandes éxitos.
En 1947, el artista dejó la compañía de seguros y se dedicó al canto, debutando en todos los medios con gran suceso.
Su primera actuación fue en "La Coupole", un elegante salón de Buenos Aires. De inmediato se presentó en Radio Splendid, y comenzó a grabar discos en RCA Víctor. Más tarde, en 1957, participó en el ciclo de TV musical Philco Music Hall, por Canal 7 junto a Niní Marshall
Sus canciones recorrieron varios países. En 1961 se presentó por primera vez en España, país al que regresó en 1963 por varios meses. Más tarde, en 1969, fue contratado por seis meses por la Cadena Ser, y su éxito prorrogó su estadía en España por cinco años, presentándose en las mejores salas de espectáculo, en Radio, con su programa diario, y en Televisión Española.
Clavell tambié tuvo su paso por el cine. Debutó en 1949 cantando en el film "Los Pérez García" y protagonizando de inmediato en la película "El ladrón canta boleros".
Uno de los grandes momentos artísticos que el cantante recordaba con emoción fue en enero del 2000 cuando compartió escenario con Carlos Garaycochea y Juan Verdaguer, en el Teatro del Hotel Bauen, en Buenos Aires.
Dos años después, en Mar del Plata, el intérprete y compositor presentó su libro, “Mi amiga, la canción”, declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación.
(Fuente: Telam y www.marioclavell.com)
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