Despiértate nena
Por Andrea Alvarez
Soy fanática del rock argentino de los ‘70. Las bandas de esa época son las que más me gustan, porque han conseguido algo que es muy difícil de hacer: un rock con raíz en el blues pero con grandes letras en castellano, con un nivel muy alto de poesía. En esos años el rock nacional tenía grandes poetas, como Javier Martínez (con quien me identifico también porque es un baterista-cantante). Eran rockeros que tenían una especie de antena que los conectaba con el mundo, en un sentido muy distinto al de hoy, que tenemos una antena gigantesca que a veces sólo produce desconexión. Bandas como Manal, Color Humano y Pescado Rabioso estaban directamente conectadas con Cream, con Jimi Hendrix, con los grandes de ese momento. Para dominar música como la que ellos hacían tenían que ser además muy buenos instrumentistas, pero lo que de verdad me impresiona de aquellas canciones son las letras. Hace poco hice el ejercicio de volver a revisar algunas letras que conozco desde hace mucho, pero esta vez por escrito, sin la música, porque de esa manera uno las lee como si fueran poesía, y volví a descubrir que son espectaculares. En ellas encuentro algo que aparece mucho en las canciones de ese momento, y que a mí me interesa y me toca especialmente, que es la idea de renacer, de resistir, de construirse a uno mismo a pesar de todo. Son letras increíbles de cuando el rock era un movimiento de resistencia.
Podría haber elegido un montón de temas, por ejemplo la canción “Avenida Rivadavia”, que es tan de varón rockero, cuando dice: “¿Cuándo subiste a mi tren, mujer, que yo no te vi?” (es como que las mujeres se van colando en la vida de los varones del rock y éstos no las registran). O “El león”, o “Necesito un amor”, que son tan argentinas y a la vez tienen un swing tan poderoso que parece mentira que hayan conseguido escribir con tanta clase algo tan cotidiano, con tanto vuelo algo tan urbano, fino y musical y muy lindo de cantar a la vez. Son canciones bien porteñas, por la problemática que cantan, cantadas por personajes que están solos por ser quienes son, rodeados de gente mediocre, chata, que no la ve. Todas las letras remiten a eso: al tipo que está en una frecuencia distinta, al que le dicen que no se puede volar, y lo dicen todo en un castellano tan de charla coloquial, bien argento, y a la vez con poesía.
“Porque hoy nací” es una de mis favoritas de Manal. Tiene una letra de sólo siete renglones que se repiten, y que hablan de un “despertar”, de ese renacer que es un tema común a las canciones de su tiempo. Es una cuestión que me obsesiona; me interesa mucho la gente que está buscando despertarse permanentemente, y que busca otra gente que la despierte. “Porque hoy nací” habla sobre un tipo que está registrando que, a partir de este mismo momento, de este mismo segundo, está despertando, está naciendo. Y que a partir de ahora vive. Ya no vegeta. Es una canción sencilla y profunda; no tiene estribillo pero ¡cómo me emociona! Es perfecta: dice lo que tiene que decir y lo dice como nadie. Es uno de esos temas que hace que seamos músicos.
“Porque hoy nací” significó una especie de despertar personal para mí. Yo tuve miles de despertares en mi vida, pero uno fue definitivamente cuando escuché esta canción por primera vez, cuando era muy chica. Mi maestro Horacio Gianello me mostró música que me hizo cambiar, y yo creo que hice y hago lo mismo con mis alumnas, que las habré ayudado y sigo ayudando a tener sus despertares. El último despertar grande que tuve fue cuando hice mi penúltimo disco, ¿Dormís?, que marcó un cambio enorme para mí. Uno a veces en la vida trata de amoldarse para vivir más cómodo; de borronear las diferencias que uno tiene con los demás, en lugar de escucharse a uno mismo en su esencia. Y a veces hay un momento, una canción que escuchás o alguien a quien conocés, que te pone en tu propia frecuencia, y te ayuda a encontrar un camino propio. Yo encontré finalmente un camino propio cuando hacía este disco. Y me inmunicé, no me importó más nada. Dejé de tratar de gustarles a todos, porque acepté que eso es imposible. Y así es como uno puede empezar a expresarse de verdad.
Ese fue mi último gran despertar y esta canción, “Porque hoy nací”, trata sobre todo esto: sobre alguien que está en medio de la nada, de pronto lo ilumina algo y empieza a vivir de otra manera. Yo tuve esa iluminación y empecé a vivir de otra manera, y ahora ya no voy más en contra de mí.
Andrea Alvarez está presentando el DVD Doble A en vivo en estudio ION, con ella misma en voz y batería, Lonnie Hillyer en bajo, León Peirone en guitarra y Mariano Martínez y Richard Coleman como invitados, a través de su página web, donde se ofrece su descarga gratuita. www.andreaalvarez.com
Banda fundacional del rock argentino, Manal se formó en 1968, cuando Javier Martínez y Claudio Gabis –que se habían conocido el año anterior en un happening en el Instituto Di Tella– se juntaron con Alejandro Medina, que venía del grupo beat Los Seasons. Su primera intención como grupo fue grabar un repertorio de soul y blues, influencia esencial que dio forma luego a las composiciones propias de la banda. La creación casi simultánea de Mandioca, el primer sello discográfico del rock nacional, permitió que editaran sus primeros simples entre el ‘68 y el ‘70, que fue el año en que lanzaron el primero de sus dos únicos discos LP en esta primera etapa, Manal. Este álbum incluyó varios de sus temas clásicos, como “Jugo de tomate”, “Avellaneda Blues”, “Avenida Rivadavia” y el favorito de Andrea Alvarez para esta página: “Porque hoy nací”. En 1971 editaron El león, un segundo disco, que no tuvo la repercusión esperada, y poco después se separaron. En 1981 se juntaron nuevamente y dieron una serie de recitales exitosos en Obras y en el interior, y editaron un álbum de materiales inéditos, Reunión, pero a fines de ese año volvieron a separarse y las futuras reuniones serían ya sin Gabis.
Porque hoy nací
(Del disco Manal, 1970)
Letra de Javier Martínez
Hoy adivino qué me pasa
por qué mi nombre no soy yo
por qué no tengo una casa
por qué estoy solo y no soy.
Porque hoy nací, hoy nací.
Hoy recién hoy, el sol me quemó.
Y el viento de los vivos me despertó.
Hoy adivino qué me pasa,
por qué mi nombre no soy yo
por qué no tengo una casa
por qué estoy solo y no soy.
Porque hoy nací, hoy nací.
Hoy recién hoy, el sol me quemó
Y el viento de los vivos me despertó.
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