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miércoles, 17 de noviembre de 2010

RUBEN BASOALTO BATERISTA DE VOX DEI: MURIO EL 3 DE NOVIEMBRE 2010.











Adiós a un rockero de la vieja escuela

Rubén Basoalto (n. Quilmes, 9 de julio de 1947Buenos Aires, 3 de noviembre de 2010) fue un baterista argentino. Junto a Willy Quiroga y Ricardo Soulé formó la banda de rock Vox Dei, con la que grabó 17 álbumes. Era apodado "El pulpo".

Biografía

Trayectoria con Vox Dei

En 1967 formó en Quilmes la banda Mach 4 junto a Ricardo Soulé y Willy Quiroga. Bajo este nombre la banda realizaba presentaciones donde interpretaban temas de The Beatles, The Rolling Stones, The Kniks y The Byrds. Cuando les proponen grabar algunas canciones para el sello discográfico Mandioca deciden cambiar su nombre a Vox Dei y comenzar a cantar en español.

En 1970 lanzan su primer disco Caliente pero su mayor obra fue la ópera rock La Biblia, editada al año siguiente. El disco es considerado como uno de los más importantes del rock en español.

Luego de editar algunos discos más la banda se separa durante un tiempo. Durante el hiato de la banda (1982-86) formó el grupo "Rompeases" junto a Raúl Fernández en la guitarra y Enrique "Avellaneda" Díaz en bajo y voces, aunque paralelamente seguiría tocando con Quiroga en el Willy Quiroga Trío.

En 1986 la banda volvió a reunirse y se mantuvo en actividad con diferentes formaciones hasta la muerte de Basoalto.

Fallecimiento

Rubén Basoalto falleció el 3 de noviembre de 2010, a los 63 años, luego de estar tres semanas internado, a causa de cáncer de pulmón. Fue velado en Quilmes, su ciudad natal y sus restos descansan en el cementerio de Ezpeleta.

Su compañero Willy Quiroga, envió un saludo a todos los que le acompañaron y saludaron por internet:

«Agradezco todos los mensajes que nos dan la fuerza necesaria para seguir, ante la pérdida no sólo de un hermano, de un compañero ideal y además un ícono socio fundador del Movimiento de Rock Nacional!!! Les contesto por este medio ya que llegaron tantos que contestarlos uno por uno me llevaría días, pero sepan que los he leído todos y les retribuyo tanto cariñó y respeto con un abrazo enorme!!!».











Discografía


Como parte del trío, grabó algunos discos imprescindibles de los inicios del rock argentino, en especial La Biblia. Padecía un cáncer de pulmón y varios colegas habían programado un concierto para ayudarlo a pagar el tratamiento.












Por Cristian Vitale

Mejor recordarlo en movimiento: el rostro angulado, las mejillas hundidas, la mirada dura, el pañuelo al cuello, la risa sagaz, el pelo algo largo, algo ondulado. Y una impresión, siempre: Rubén Basoalto –que falleció ayer en el Hospital Argerich, víctima de un cáncer de pulmón– parecía un stone de entrecasa, un zeppelin de los barrios bajos donde el rock argentino era pan para el alma de cada día. Quilmes lo vio nacer, hace un poco más de 63 años, y allí se hizo junto a Willy Quiroga, un tanto más grande y proveniente del folklore, y Ricardo Soulé, el “serio” de una banda, Vox Dei, cuyos cuatro primeros discos fueron sencillamente gloriosos, fundamentales. No hay manera de quitarle entidad textual, musical y pasional al debut Caliente (1969), mucho menos a La Biblia (1971), Jeremías Pies de Plomo (1972) o Es una nube, no hay duda (1974), sin pasar por alto el primer registro en vivo del género en su historia: La nave infernal (1973). Cuatro discos, más una prueba piloto en vivo, que habrían sido inconcebibles sin una pata de las tres. O de las cuatro, mientras duró Juan Carlos Godoy.

Cierto, Soulé fue cerebro y alma de las armonías, la creación y los textos, del concepto global, fino e inspirado; ciertas también las aptitudes de Quiroga para frasear, con su voz grave, de contraste, esos grandes clásicos de la banda que excedían por largo a “Presente” o “Génesis”; y cierto, en iguales dosis, el tacto exacto, transpirado y potente del hombre que, con una batería casi de cabotaje –a la usanza del rock vernáculo de la época– llegó a status de pulpo. Cierto, también: Basoalto, por una serie de motivos inevitables, no podía llegar a un cenit de baterista dentro del universo del rock global. No podía, por poner dos ejemplos rápidos y al paso, igualar un solo maratónico, perfecto y criminal como el de John Bonham en la “Moby Dick” de The songs Remains the Same. O alterar estados a un nivel de no retorno como Neil Peart, el animal de Rush, pero sí ir por ese camino. Así fue, de hecho. Su pulso conllevaba la impronta de una época que no necesitaba demasiados artilugios. Basoalto fue un animalito de la batería de rock en la Argentina. Un artesano. Un obrero raso de los palillos que tuvo que seguir laburando hasta que ese maldito cáncer de pulmón le boicoteó la vida, porque si no se moría de hambre ¡pese a haber grabado La Biblia! Fue guía y espejo de una generación en la que todo estaba por hacerse. De un sentimiento musical y popular arraigado a las entrañas de los hijos de las clases trabajadoras del conurbano, de su cosmovisión, de su sistema de valores. Y Basoalto fue el carismático de la banda, el que entraba en los seguidores por su carácter simple y cercano.

Basoalto, más allá de sus virtudes como baterista, encarnaba entero a un personaje prototípico de algo que se extraña, y mucho: el referente rockero de las casas bajas de Varela, Escalada, Berazategui o Laferrere, antes de que otros géneros que hoy las cascotean le robaran las banderas al rock, cuando éste se plantaba fuerte –como música y cultura– a la par de Los Mirlos, Sandro, el axé o el chamamé. Rubén fue de la vieja escuela, de esa trinchera de la periferia refractaria al business y a la complicada maraña de management y productoras. Fue de la escuela del vino compañero, la charla cara a cara al sol, la de los excesos de noche y el mate de día, la minita del barrio y el winco de púa dura como principio motor de la creación. Muchos de los que ayer, antes de la noticia, iban a congregarse para entregarle un recital a voluntad (Willy Quiroga, Simón Quiroga, Carlos Gardelini, Gabriel Soule, Edelmiro Molinari y Gady Pampillón, entre ellos) podrían dar larga cuenta de esto.

La data para enciclopedias futuras es que el pulpo fue el baterista de la banda que más duró en el rock argentino (43 años); que grabó 17 discos –algunos muy buenos, otros no tanto, y cuatro o cinco imprescindibles–; que murió un 3 de noviembre a las 9.30 de la mañana; y que era un tipo querido. Pero la sensación subterránea, la más profunda, es que con él se les fue un pedacito de corazón a los rockeros de los cordones... Un poco como ése que Ricardo Tapia, de la Mississippi, describe en la balada de Jimmy Gerli: “Los chicos en el barrio/ se le acercan para escuchar / historias de los héroes de esta calle/ que ya no están más”... Un brindis por ellos.
















Batería vas a llorar

Rubén Basoalto, miembro fundador de Vox Dei, falleció el 3 de Noviembre 2010 a los 63 años.


En una de sus últimas declaraciones a la prensa, y en el contexto del 30° aniversario del fallecimiento de Bonham, el baterista Rubén Basoalto expresó que “si no hubiera sido por Bonzo, Led Zeppelin no hubiera existido”. Con la noticia de su muerte, ayer a sus 63 años, uno puede caer en la tentación de afirmar sin exagerar que “sin Rubén Basoalto, Vox Dei no hubiera existido”. Y sí, Basoalto tenía un estilo atómico, bien físico, ideal para sostener las relecturas religiosas y metafísicas que impulsaba el grupo quilmeño que completaban Ricardo Soulé y Willy Quiroga, y que fue contemporáneo de otro power trío como Manal y de ese cuarteto cósmico conocido como Almendra. Basoalto era, además, el batero indicado para las obras conceptuales con varios movimientos y matices que Vox Dei supo crear.

Lo demostró hace poco por aquí. A fines del año pasado, Vox Dei tocó en la Nueva Sociedad Belgrano y más cerca en el tiempo está su paso por el último Cosquín Rock, show en el que Rubén ofreció un solo de batería memorable, en el que se mostró en plenitud física. Por su propensión a los palos, a recorrer todos los cuerpos de su instrumento, a Rubén Basoalto lo apodaban “El Pulpo”. Su muerte se produjo a tres semanas de haberse internado en el Hospital Argerich, afectado por un cáncer.

La biografía de Basoalto dice que había nacido en Quilmes, el 9 de julio de 1947, y que con Vox Dei grabó 17 álbumes, entre ellos La Biblia . Durante el hiato de la banda (1982-86), el baterista formó Rompeases, aunque paralelamente seguiría tocando con Quiroga en el Willy Quiroga Trío.

El baterista integró hasta el final Vox Dei, banda que cumplió 43 años en septiembre último, siendo el grupo argentino más longevo. Más de Basoalto en esa nota sobre Bonham: “Recuerdo que pensaba ‘qué bueno sería que mi batería sonara como la de este tipo’. Se decía que usaba palos muy grandes, un bombo de 26. Y le busqué la vuelta hasta que descubrí cómo era. Descubrí que era imposible”. También será imposible olvidarte, Rubén. Tu toque personal nos inflará el pecho por siempre.


Murió Rubén Basoalto, miembro fundador de Vox Dei

Carlos Gardellini, Rubén Basoalto y Willy Quiroga

Rubén Basoalto, baterista y miembro fundador del legendario grupo rockero Vox Dei, murió el miércoles en el Hospital Argerich, de esta Capital, donde se encontraba internado desde el mes pasado víctima de un cáncer de pulmón.

"El Pulpo" Basoalto, de 63 años, había sido internado tres semanas atrás al agravarse su estado de salud como producto de la enfermedad terminal que padecía.

En una de sus últimas apariciones públicas, durante los festejos del Bicentenario, Basoalto se había mostrado optimista respecto al evento y a la situación del país. Allí, dijo a ámbito.com: "Hoy veo una magnífica estructura en la 9 de Julio para festejar los 200 años de la Patria. Me parece una cosa sensacional la evolución que tiene la sociedad en este momento y ojalá que la aprovechemos".

Nacido el 9 de julio de 1947, Basoalto tocó toda su vida en Vox Dei, la banda que formó en 1967 junto a los guitarristas Ricardo Soulé y Juan Carlos "Yodi" Godoy, y el bajista Willy Quiroga.

Junto a Vox Dei, que tuvo varios cambios de formación aunque siempre conservó a su base rítmica original y en septiembre cumplió 43 años de carrera, grabó 17 discos, entre ellos el doble "La Biblia", uno de las obras cumbres del rock de la Argentina.

Solo en un pequeño impasse del grupo, entre 1982 y 1985, Basoalto formó parte de otro proyecto, "Rompeases", junto al guitarrista Raúl Fernández y el bajista Enrique "Avellaneda" Díaz, dos que también pasaron por las formaciones alternativas de Vox Dei.

Justo el día en que se produjo su deceso tras habérsele declarado "muerte cerebral", estaba previsto un festival musical en un local del barrio de Flores donde sus amigos músicos pensaban reunir fondos para ayudarlo en el duro trance.

Entre otros, iban a estar en el festival benéfico que finalmente se resolvió cancelar, Willy Quiroga, Carlos Gardellini (ex Vox Dei), el Tano Marciello (Almafuerte), ex integrantes del legendario grupo El Reloj, Edelmiro Molinari (ex Almendra y Color Humando) y Gady Pampillón (ex La Torre).





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