Por: Nina de Les Paradis Artificiels
Todavía nadie lo puede creer, pero ya pasaron 15 años desde que Jeff Buckley se ahogó en un río de Memphis. No va a haber otro como él chicos, fue uno de los genios más grandes que ha dado la música.
Jeff Buckley tenía 24 años y estaba por mudarse desde Los Ángeles a New York para buscar oportunidades en la música. Lee Underwood había sido guitarrista de su padre y es además su biógrafo. Continúa en su libro: “Él dijo que había estado hablando con todos los amigos de Tim para que le contaran cosas de su padre antes de su partida. Ya había hablado con Dan Gordon, Judy, Daniella, ¿podía hablar conmigo también?, nos sentamos en el living. ´Tú preguntas, yo contesto´, le dije. Él subió un poco la voz y preguntó: ´¿Cómo murió?´, ´Vas directo a la yugular ¿no?´, le contesté. Empezamos con la muerte, luego los álbums, y sus varios estados creativos. Por dos horas, le pinté el retrato de Tim más honesto que pude: su amor por la música, su dedicación a ella, su honestidad, ingenio, inteligencia y evolución creativa. Cuando mencioné que Tim lo amaba, él escupió: ´No, él no me quería´.
Jeff Buckley conoció a su padre recién a los 8 años, cuando su madre Mary Guibert lo llevó a verlo a uno de sus conciertos. Se quedó unos días junto a él pero poco después de esa primera visita Tim Buckley murió de una sobredosis de droga a los 28 años (29 de junio de 1975). Veintidós años después, también un 29 pero de mayo de 1997, Jeff Buckley falleció ahogado a los 30 años, mientras nadaba en el río Wolf River Marina, de Memphis, Tennesse.
Buckley había viajado a Memphis para grabar su segundo disco, que iba a llamarse “My Sweetheart The Drunk” y esa noche iba a llegar a la ciudad su banda para comenzar a trabajar en el estudio. David Browne, el autor de “Dream Brother“, una biografía conjunta de padre e hijo, comienza su libro contando lo que pasó ese día (directo a la yugular diría Underwood) en el que increíblemente ocurrió una cadena de hechos fortuitos que fueron abriendo el camino hacia la tragedia (que para mí es la pérdida más grave para el pop desde la muerte de Buddy Holly).
Generalmente, Gene Bowen, el road manager de Buckley lo acompañaba a todos lados cuando estaba de gira porque quería asegurarse de que su jefe estuviera donde debía estar, pero ese día Jeff salió a dar una vuelta por Memphis acompañado sólo por el músico y peluquero Keith Foti.
“Cruzaban toda la ciudad en una brillante furgoneta Ryder. Foti conducía, lo que era mucho mejor porque Jeff era un conductor errático, y le habían revocado la licencia varias veces debido a accidentes menores – escribe David Browne en “Dream Brother”-. Buckley tomó un grabador doble cassettera que Foti había comprado el día anterior y riendo le preguntó: ´Qué estás haciendo con esto?´. Puso uno de los casettes de Foti y los dos cantaron I´Am the Walrus, Imagine de John Lennon, y Three Days de Jane´s Addiction”.
Cuando decidieron ir a la
sala de ensayo para esperar ahí a la banda descubrieron que se habían
perdido y estuvieron buscando la Young Avenue por más de una hora.
Llamaron a Bowen por teléfono para preguntarle cómo
llegar a la sala pero no lo encontraron porque ya había salido hacia el
aeropuerto para buscar a los integrantes del grupo. Entonces Jeff tuvo
la idea de llamar al dueño de Barrister´s, un local
que solía frecuentar, pero nadie contestó el teléfono. Por eso fueron
hasta el club, pero estaba cerrado. Cuando se estaban yendo encontraron
unos muebles tirados en la calle y Buckley quiso subirlos a la furgoneta. Luego preguntó: ´¿ vamos al río?. A Foti
le gustó la idea porque quería tocar un rato su guitarra. Así se
acercaron a la rivera del río Wolf. Estaba prohibido nadar allí pero no
había carteles advirtiendo el peligro. Foti tomó su guitarra, Jeff el grabador doble casettera y caminó hacia el río. Como dejó el grabador muy cerca del agua Foti se quejó: “No dejes mi radio allí, no quiero que se moje es lo único que tengo para escuchar música”, pero Jeff parecía no escucharlo.
A las 9 de la noche Jeff Buckley entró en el río. “¿Qué estás haciendo?”. Le preguntó Foti mientras Jeff hacía la plancha totalmente vestido y con las botas puestas.
“Al principio Foti no estaba muy preocupado – escribe Browne-,
Jeff estaba muy cerca de la orilla y hablaban de música y de la vida.
Cuando se fue alejando le dijo: ´Vamos, estás yendo muy lejos”. Jeff comenzó a cantar Whole Lotta Love de Led Zeppelín. Foti pensó que no escucharía sus advertencias, porque Buckley era muy impulsivo.
Eran las 9:15 y Jeff había
estado 15 minutos en el agua. “Viene un bote, tienes que salir del
agua ya”, le gritó su amigo. Un minuto después se aproximaba otro bote
más grande. El agua formó una ola hacia la ribera y Foti se dio vuelta para cuidar que no se mojara el grabador, cuando miró de nuevo hacia el agua Jeff había desaparecido. Comenzó a gritar su nombre pero no hubo respuesta, continuó gritando por 10 minutos. Del otro lado del río Gordon Archibald un empleado de la marina escuchó los pedidos de ayuda y observó el agua pero no vió nada. El cuerpo de Jeff Buckley fue encontrado varios días después flotando a la altura de la Beale Street, una de las cunas del blues.
Esta es la última foto de Jeff Buckley, tomada horas antes de que se ahogara en el río, en el fondo se ve la furgoneta Ryder.
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