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viernes, 30 de diciembre de 2011

EL RETORNO DE MALON.


 
 Ante casi 8.000 personas, O´Connor-Romano-Strunz-Cuadrado volvieron juntos a escena luego de 14 años. Al segundo tema hubo que reforzar las vallas por la presión de la gente. Con ellos, la H no murió.

20.12.2011  Por Pablo Raimondi
 
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas. (Foto: Roberto David Wolk)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
MALON. La vuelta en el Malvinas Argentinas (Foto: Víctor Guagnini / www.bsasmetalshows.com)
Inédito para el metal criollo, un Malvinas sold out daba la bienvenida a la vuelta de Malón, aquella cicatriz de Hermética que en sólo tres años (1995, 1996 y 1997) se transformó en un rito popular heavy y se habían despedido "oficialmente" con un show en el Microestadio de Ferro ante unas 4.800 personas.
Muchos metaleros alrededor del estadio (cientos que se acercaron sin ticket) y desde temprano ya estaba colgado el cartel de “entradas agotadas” en el Malvinas Argentinas. Un telón gigante con el nombre del grupo, ansiedad en un campo repleto de gente y la "costumbre" del Obras Sanitarias donde varios fans saltaron de las populares al campo.
La cantidad de público afuera del recinto postergó una media hora el comienzo del show. Las luces se apagan, el rugido es ensordecedor y el telón cae para que el vocalista Claudio O´Connor, el guitarrista Antonio "Tano" Romano, el baterista Claudio "Pato" Strunz y el bajista Carlos Cuadrado sepan hacer lo que más saben: ¡metal!
Arranca Síntoma de la infección y la presión malonera se hace sentir en el Malvinas: fue tanta que un paño de la valla de contención empezó a moverse. "Se empezó a romper una soldadura y para evitar cualquier inconveniente se paró el show y apuntaló con un tramo (llamado 30 30) vinculado a la base de la estructura del escenario. Se reforzó con fierros, caños y nudos en distintos puntos. Por el desgaste que tenía el vallado (unos 100 shows encima), para el próximo habrá uno nuevo", le dijo al Sí! Eduardo Sempé, titular de Rock and Reggae, firma a cargo del Malvinas Argentinas.
O´Connor pide calma, que la gente retroceda y que la noche sea una fiesta y nadie salga lastimado, el campo era una caldera y la ansiedad, extrema. Con el problema del vallado solucionado (y monitoreado al detalle por técnicos y personal de seguridad) se retomó con Culto siniestro y luego uno de los hits maloneros: Castigador por herencia.
Como en los ´90, la gente no dejó de alentar en ningún momento, y la oportuna pregunta de O´Connor “¿están listos para la H?” puso en alza los puños metaleros. El principio del set hermético con Evitando el ablande, fue sólo una muestra del poder legado por la banda más avasallante de la historia del heavy vernáculo.

 
 

Cada uno de los músicos (a excepción del Pato, por razones obvias) se paseó por las plataformas laterales de la batería, otra disposición atípica en cuanto a escena para una banda local de metal. Promediaba el show y el rugido (y pogo) malonero no cesaba a pesar del calor de la velada. “Yo hice una prueba de sonido donde técnicamente estaba todo perfecto. Salí a tocar y no escuchaba nada de nada, toqué todo de memoria. Lo que cantaba la gente pasaba por arriba de todo. Fue impresionante y muy emotivo”, dijo al Sí! el Pato Strunz al otro día del show.
¿Si faltaron temas?, puede ser, el veloz Mendigos o Revolución Nacional fueron algunos de ellos. El cierre a puro Hermética con Masa anestesiada/Tú eres su seguridad y Soy de la Esquina (¿porqué no con alguno de Malón?) resalta que el cuarteto no olvida el legado de la H.
Lo positivo de la noche fue el gran despliegue sonoro (“para los que decían que el Malvinas sonaba mal”, dijo O´Connor sarcásticamente en dos oportunidades) como así también la entrega del público y la devolución de los músicos, aunque la comunicación desde el escenario no fue en demasía. También que no se oyó ninguna consigna contra la figura de Ricardo Iorio: algo que 15 años atrás era habitual con la folclórica puja entre maloneros y fans de Almafuerte. Se nota que el público pesado maduró al respecto. Solo el cantito: “Adonde está, adonde está, los que dijeron que Malón no existe más”.
Hubo pocos puntos oscuros en la noche de La Paternal: las pantallas laterales en varias oportunidades no funcionaron como correspondía. Y que algunos fanáticos fueron víctimas de hurtos en el campo.





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