En una ciudad devastada y con impronta masculina, un movimiento de hip hop femenino ha crecido a partir de un ciclo que ya lleva dos años.
- 14.07.2011 | Por Rob Boffard The Guardian
Hay un barrio en Detroit conocido como Corktown. Era originalmente un barrio de irlandeses, con una mezcla de restaurantes, casas y calles de varios carriles. Allí, en un squat, funciona la 5E Gallery, y es el centro de un movimiento musical extraordinario que casi no tiene precedente.
Lisa y llanamente, hay un enorme movimiento de hip hop femenino en Detroit. La ciudad se ha transformado en una cuna de talentos en ebullición, que dejó atrás a Los Angeles, New York y Atlanta. Probablemente no exista otro lugar menos apropiado para el surgimiento de un rap femenino: Detroit es sinónimo de fútbol, chimeneas de humo, acero y motores, una ciudad profundamente masculina y en decadencia. Pero en una época en que Nicki Minaj es la única rapera comercialmente exitosa, Detroit va contra la corriente. Invincible (Ilana Weaver, de nacimiento) es una de las figuras clave en todo esto. Miembro de las Anomolies, ha sido decisiva a la hora de construir el movimiento. “Detroit pone adelante a las mujeres en el movimiento hip hop de manera exclusiva”, expresa. “Hay varias ciudades que tienen mujeres en el hip hop: Seattle, Los Angeles, N.Y., Chicago, todas tienen sus nichos. Pero Detroit está haciendo un esfuerzo para sacar voces femeninas”.
La 5E Gallery presenta todos los martes (desde mayo de 2009) The Foundation , una de las noches más exitosas de la historia de la ciudad. Lo inició Piper Carter, una fotógrafa que antes había trabajado para la revista Vogue francesa y para la Elle británica. Al regresar a Detroit para atender a su madre enferma, Carter descubrió un espacio en el mercado.
“He sido una gran seguidora del hip hop y siempre me gustó la música y su cultura”, explica Carter. “Me conecté con las artistas mujeres que estaban creciendo, y había muchas”. Carter juntó fuerzas con Invincible y su amiga de Detroit, Miz Korona. The Foundation fue (y sigue siendo) una noche dedicada a las mujeres, con actuaciones debut, DJs y breakdancers todas mujeres, y un micrófono abierto.
Según Korona (Paula Smiley, de nacimiento), una cosa estaba clara desde el principio: había muchas mujeres artistas en Detroit, simplemente no tenían la confianza necesaria para subirse a un escenario. En lugares como Lush Lounge y el Hip Hop Shop, surgieron personajes como Eminem, pero Korona dice: “Siempre hubo una buena cantidad de mujeres” dice, “pero tenían miedo porque los eventos estaban dominados por varones”.
L as chicas de The Foundation han estrenado un reguero de discos, algunos aclamados por la crítica como Brown Study de Boog Brown (con el productor Apollo Brown) y The Injection de Miz Korona. También han contribuido a inspirar otras iniciativas como la de Glennisha Morgan que inició Fembassy, un sitio web dedicado a poner en catálogo y a promover a las raperas, dentro y fuera de Detroit.
Boog Brown (Elsie Swann) ahora vive en Atlanta pero le alegra ver la cantidad de talentos femeninos surgidos en Detroit: “Es una convocatoria a la acción. Es el momento. Creo que es eso, si no, no habría tantas mujeres emergentes. Y Detroit es un lugar difícil para vivir, independientemente del tiempo que hayas o no vivido allí. Es duro pero es hermoso: siempre surge algo nuevo”.
¿Qué es lo que tiene Detroit para que haya aparecido ese enorme grupo de raperas? Piper Carter habla de las circunstancias sociales de Detroit. “Es una economía deprimida”, dice Carter. “Hay historias para contar. Y hay un montón de mujeres que tienen historias, es una suerte de lugar en que sólo sobreviven los fuertes. Es una ciudad dura, y tenés que ser bueno en lo que hagas”.
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