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domingo, 22 de marzo de 2009

Pablo Milanés y Chucho Valdés


DISCOS

Juntos y no revueltos
La dupla ofrece diez impecables canciones nuevas, inscriptas dentro de la
tradición del bolero cubano. Milanés retoma su mejor forma.


Por: Mariano del Mazo
VOZ Y PIANO EL PROYECTO DEL ALBUM CONJUNTO TENIA SUS AÑOS. PRIMERO CHUCHO COMPUSO LAS MUSICAS, LUEGO MILANES ESCRIBIO LAS LETRAS. SE TRATA DE LA UNION DE DOS TRADICIONES CUBANAS "MODERNAS": LA TROVA Y EL LATIN JAZZ.
Resulta difícil mensurar el significado de la unión de Pablo Milanés y Chucho Valdés si no se es cubano. Se trata ni más ni menos que de dos potencias que fundaron y modificaron dos tradiciones modernas y exportables: la nueva trova y el jazz latino. Fuertes en la segunda mitad del siglo XX, estas tradiciones funcionaron por caminos aislados y muchas veces antagónicos. Los peligros, entonces, eran muchos: cómo se lograría articular la palabra y el canto de Milanés (a veces sobrecargados de sentido) con el piano de Valdés (a diferencia de su padre Bebo, siempre bordeando el virtuosismo velocista).

El proyecto del disco tenía unos diez años. Justamente esos peligros -y las múltiples actividades de ambos- demoraron la concreción del álbum. La espera valió: la juntada potenció virtudes. El resultado son diez canciones inapelables, inscriptas en la tradición del bolero cubano.

Todos conocemos la voz de Milanés. Con los años su canto sedimentó, se apaciguó el vibrato y la entonación aparece ya más reposada, ideal para el tipo de letras que está escribiendo con sabiduría de veterano: amores perdidos, culpas viejas, el cansancio del que vivió. A los 66 años Milanés torció su carrera para el lado del romanticismo, alejándose del costado social. En tanto Valdés se somete a las necesidades de la canción: su piano al servicio del cantante es todo ganancia. Sin solos, Chucho se luce en sus diez composiciones como un instrumentista dúctil en la síntesis de tres o cuatro minutos que pide toda buena canción popular. Dentro de un nivel alto y parejo, destaca el tema Para qué: Para qué vamos extendiendo / lo que ya se acabó / ya no se puede estar fingiendo /sacrificando un amor que no está, que se fue / no quiero dañar un corazón nuevamente / tu vida se queda / los amores se van....

En un mercado saturado de cruces sin más sentido que el de la venta, el de Milanés y Valdés reconforta por el resultado artístico: canciones sin fisuras, adultas, sentidas, interpretadas con honestidad y emoción.

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