IRON MAIDEN llega A Bs As

Esperando a Iron Maiden

Antes de un nuevo concierto en Buenos Aires, los motivos para ver a la banda de heavy metal británica.

Iron Maiden. Foto de John McMurtrie

Nuevamente las huestes metaleras argentas se preparan para ir a misa. Pero no a la tradicional liturgia religiosa tradicional, sino a adorar, una vez más, a la Doncella Metálica. Sí, Iron Maiden vuelve a la Argentina a desplegar su leyenda, precedidos de un (a esta altura) mítico concierto en el Estadio de Ferrocarril Oeste hace un poco más de un año. Por eso, a continuación, algunos motivos para decir presente en la noche del próximo sábado en el José Amalfitani de Liniers:

Vigencia:
AC/DC vuelve al disco, pero tras años de ausencia. Metallica necesita desplegar todas sus armas marketineras para promocionar Death Magnetic. Guns N’ Roses publica el demoradísimo Chinese Democracy, sin terminar de convencer a quienes extrañan a Slash. Y Maiden sigue grabando, tocando e impresionando de manera continua, como si nada pasara a su alrededor y sin que importe el contexto.

Fidelidad:
Como si no fuese un grupo con treinta años de carrera, Maiden sostiene su pacto con su fiel audiencia, que hace que "la gente se sienta parte del grupo" (Bruce Dickinson dixit). "Lo bueno de este deal es que sólo provenga de la música, ya que no vamos a shows de TV o cosas así", dice el cantante, y esa coherencia es respetada por sus fans como una suerte de religión.

Repertorio:
Pueden pasar de una gira donde presentaron casi con exclusividad su última placa de estudio a un show de Greatest Hits como el Somewhere Back in Time Tour sin solución de continuidad ni baja en la taquilla. ¿Cuántos grupos se pueden dar ese lujo?

Eddie:
La mascota de la banda fue creada originalmente por Derek Riggs para ilustrar el single "Running Free", y con el paso del tiempo se transformó no sólo en una figura esencial en el imaginario de la banda (junto con la tipografía del logo del grupo) y en los shows, donde es la figura que aterroriza (en el buen sentido) a los más chicos y divierte a los mayores. A esta altura, un clásico del rock and roll, como la boa de Alice Cooper, el maquillaje de Kiss o el uniforme colegial de Angus Young.

Bruce Dickinson y Steve Harris:
El cerebro y el alma de Iron Maiden. El bajista es el principal compositor del grupo y, sin dudas, el creador de esa escena llamada New Wave of British Heavy Metal, de la que la banda siempre renegó. Sus cabalgatas metaleras son el sello de distinción de Maiden. Dickinson, por su lado, rompe con el estereotipo del cantante heavy por sus múltiples actividades paralelas al rock y, al mismo tiempo, su ausencia (temporaria) en el grupo no hizo más que agigantar su leyenda. Casi casi, Steve y Bruce son los Jagger y Richards del metal, y está bien que así sea.