Por: Por Alan Light
A fines del año pasado, en un estudio de grabación de Nashville, Robert Plant, la ex primera figura de Led Zeppelin, tuvo una revelación. Trabajaba en un nuevo disco solista, un proyecto que había iniciado luego de desechar los planes de una segunda parte de "Raising stand", el disco de dúos de 2007 con la cantante country Alison Krauss, que vendió 2.5 millones de ejemplares en todo el mundo.
"De pronto me sentí libre y liberado", dijo Plant por teléfono desde su casa de Inglaterra cerca de la frontera galesa.
"Era un momento abierto, con un horizonte muy grande, y así era como me sentía en relación con la música. Sentí que me sacaba un gran peso de encima y pensé: 'Podría tener diecisiete años.' Volví a sentirme como cuando estaba en la Bank of Joy." Inspirado por la emoción y por el notable grupo de músicos con los que trabajaba (que lideraba el guitarrista y coproductor Buddy Miller y comprendía a la cantante Patty Griffin), Plant decidió llamar a su nuevo disco "Band of Joy", en homenaje a la banda en la que él y el extinto baterista John Bonham tocaban antes de la creación de Led Zeppelin en 1968.
Plant, que tiene sesenta y dos años, se ríe y describe el carácter maravilloso, loco e incendiario de la banda diciendo: "Hacía una constante implosión interna y externa. Estábamos frustrados y con hambre, pero era grandioso." La creación del disco "Band of Joy", que saldrá a la venta el 14 de septiembre en Rounder Records, no fue muy caótico, si bien exigió una serie de ajustes. Luego del éxito inesperado de "Raising Sand", que ganó un Grammy en 2009 como disco del año, Plant y Krauss trataron de grabar algo equivalente, lo que era algo inédito, ya que la carrera de Plant como solista se caracterizaba por evitar la repetición y se inclinaba por caminos como el rockabilly, el folk y la música de Medio Oriente.
"Alison y yo eliminamos mucho material", dijo, "y nos llevó tiempo darnos cuenta de que no teníamos el material adecuado." Luego de esas sesiones, Plant llamó a Miller, que había participado en la gira de "Raising Sand", y le preguntó si podría reunir músicos para un proyecto como solista.
Tenía decenas de temas que le interesaba grabar, que iban desde el indie rock hasta los spirituals tradicionales. Miller, que sintió que necesitaba músicos que pudieran viajar adonde la música los llevara, reunió una pequeña banda compuesta por el multiinstrumentalista Darrell Scott, el bajista Byron House y el baterista Marco Giovino.
"Las dotes musicales de esos tipos son increíbles", dijo Plant. "Cuando canto con ellos siento que me deslizo por la corriente con un cuchillo entre los dientes y trato de hacer nuevas experiencias. A veces siento que no soy más que un colaborador." Plant agregó que el aire de las grabaciones le recuerda "aquella otra banda", como en ocasiones se refiere a Led Zeppelin.
"Buena parte del disco tiene una base acústica con un ritmo audaz", señaló.
"Crea emoción con moderación, algo que me complace infinitamente, como en el caso de 'Led Zeppelin III.'" Si a Plant siempre le preocupó hallar nuevas vías, ¿por qué insistió tanto en volver a Nashville luego de abandonar el segundo disco con Krauss? "Todavía necesitaba música de montaña", declaró.
"No quiero hacer una suerte de viaje musical inteligente. Quiero ir a lugares donde haya sorpresa.
El Sur me sigue maravillando; me sigue enseñando." Lo que Plant llama su "sed de viaje" es la razón por la que sigue resistiéndose a un reencuentro de Led Zeppelin.
El guitarrista Jimmy Page y el bajista John Paul Jones han manifestado su entusiasmo ante la idea.
"No siento necesidad de volver a lugares en los que ya he estado", afirmó Plant.
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