CANTORA, LO NUEVO DE MERCEDES SOSA
La voz que a todos convoca
Mercedes cantó “Coraçao vagabundo” con Caetano Veloso.
En la primera parte de este proyecto de duetos, la intérprete tucumana versiona clásicos ajenos, acompañada por artistas de distintas procedencias: Serrat, Caetano, Spinetta, Shakira y Gieco, entre otros. La delicadeza y el buen gusto atraviesan el trabajo.
“Todos querían cantar con ella”, anuncia la promoción de éste, el gran lanzamiento discográfico –¿de folklore?– del año. Al fin un enunciado de marketing estrictamente verdadero. Mercedes Sosa, la gran voz de América, ha decidido hacer un disco de duetos. Invitó a una cantidad de artistas que a grandes rasgos representan lo más destacado de la música popular actual de hispanoamérica, de los consagrados a los nuevos valores. Están Joan Manuel Serrat, Caetano Veloso, Luis Alberto Spinetta, Shakira, León Gieco, por ejemplo. Y Joaquín Sabina, Gustavo Cerati, Charly y Fito, entre los que firman la segunda parte de la producción, que saldrá a la venta en mayo, con DVD incluido. Seguro, todos querían cantar con ella. El cómo es una cuestión que queda saldada con la delicadeza y el buen gusto de esta megaproducción. Y, desde luego, porque se trata de Mercedes Sosa, que tiene la voz y el decir tan potentes como entonces, madurados al calor de este tipo de encuentros. Internada en estos días (por un cuadro de neumonía), la tucumana sigue soltando su voz.
Difícil el planteo de un disco de duetos de estas características. Versiones de otros, muchas veces junto a sus autores, compañeros de muy distintas procedencias y estilos, en un abanico que suma al pop, el rock, el tango, el folklore. La voz de Mercedes Sosa es capaz de incorporar paisajes disímiles para llevarlos a uno propio, el del universo de su canción. Además de la elección del repertorio (grandes temas de autoría de cada invitado, un par de clásicos, otros menos conocidos de Yupanqui, Zitarrosa o Víctor Jara), el trabajo preciosista de los arreglos juega un papel fundamental, y es mérito de Popi Spatocco, director musical de la producción. No hay aquí giros extraños ni propuestas jugadas, ni hace falta. Si la producción general del disco hace énfasis en el despliegue de estrellas, los aspectos musicales apuestan a la austeridad como forma de destacar el encuentro de las voces.
El recorrido comienza con “Aquellas pequeñas cosas”, con Joan Manuel Serrat, sostenida por una nutrida fila de violines, violas, cellos y contrabajo, pero sin intervenciones recargadas. Le sigue “Barro tal vez”, una de las gemas del disco, en una versión delicada, acriollada y moderna, comandada por la guitarra de Jorge Giuliano. Una revisita en homenaje a esta zamba de juventud de Spinetta. Sigue cantando Mercedes con los autores de los temas: la festiva “Sea”, con Jorge Drexler, “Coraçao vagabundo”, con Caetano Veloso –guitarra, cello y clarinete detrás de las voces–. El listado de invitados estelares continúa con Shakira, en una versión de “La maza”, Julieta Venegas, León Gieco (bellísima versión de “Himno de mi corazón”). También están Teresa Parodi, Víctor Heredia, Gustavo Santaolalla, Diego Torres, Facundo Ramírez, Soledad Pastorutti, Pedro Aznar, Nacha Roldán. Hay lugar para el tango, con el bandoneón maestro de Leopoldo Federico y la voz de María Graña; y para lo nuevo del folklore (Luna Monti y Juan Quintero, Orozco–Barrientos, el Dúo Nuevo Cuyo). En cada tema, la voz de la tucumana deja su marca poderosa. Por eso todos quieren cantar con ella.
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