Trabajo en solitario
Un rayo de luz iluminaría el futuro de Oldfield. Cuando Mike dejó la banda de Kevin Ayers definitivamente, para ganarse la vida trabajó ocasionalmente como guitarrista de sesión. Uno de esos trabajos lo llevó en la banda de acompañamiento de la producción londinense de Hair, el "musical de amor-rock tribal" por 5 £ la noche. También tocó por un tiempo el bajo en una banda comandada por el cantante de soul Arthur Lewis. El grupo iba a grabar a un estudio recientemente inaugurado en una mansión de Shipton-on-Cherwell, a 20 millas de Oxford. Los estudios de grabación The Manor fueron construidos por aquel entonces para Richard Branson por Tom Newman, asistido entre otros por Simon Heyworth. El reunido en The Manor era un equipo de buenos amigos, y también estaban allí las novias de algunos de ellos para atenderlos, así como un cocinero, limpiadoras y jardineros. Como Mike comentó más tarde, "todos los problemas que surgían los tratábamos como si fuésemos una gran familia".
Tubular Bells
El magnífico ambiente que reinaba en el estudio y la actitud de Newman y Heyworth dieron a Mike la oportunidad de grabar una nueva maqueta basada en los mismos desarrollos instrumentales que ya manejaba desde hacía tiempo. A Heyworth y Newman les encantó y asombró el abanico de ideas de Oldfield, y emprendieron una campaña de persuasión a Branson para que editara aquello y les dejara el estudio durante algún tiempo para grabarlo. De entrada parecía que aquel no era el momento apropiado; el proyecto debía esperar un poco a la llegada de Simon Draper (que se uniría a Branson, poseedor de una cadena de tiendas de discos) para crear una discográfica propia. Draper tenía un amplio conocimiento musical, y cuando escuchó las ideas de Mike, las apoyó inmediatamente.
Mike continuó desarrollando y refinando sus ideas, a las que ahora podía dar un nombre: Tubular Bells aunque en principio se barajasen nombres como Breakfast in Bed (Desayuno en la cama) y Opus One (Opus 1).
Casi se había agotado la paciencia de Mike Oldfield cuando Draper le ofreció una semana de tiempo de estudio en The Manor. Una amplia selección de instrumentos fue llevada al estudio, y comenzó el trabajo. Durante esa semana se grabó algo más de la primera parte del álbum, y el resto emergió durante sesiones repartidas a lo largo de los siguientes meses. Desde el principio Mike ponía las facilidades que le daba la tecnología de la época al límite para hacer sus grabaciones; muy pronto empezó a usar 16 pistas. Como se iban añadiendo a la grabación más y más instrumentos, las sesiones también fueron una prueba para la inventiva de Newman y Heyworth, que mezclaron aquello todo lo bien que les fue posible en un período limitado de tiempo. El equipo de que disponía el estudio no estaba automatizado, y todo el trabajo fue hecho manualmente por Mike, ya que Simon Heyworth y Tom Newman ya usaban todos los dedos de que disponían en la mesa de mezclas; esto hacía menos cercana la relación entre productores y artista, pero aun así cada uno de los tres aprendió muchas cosas de sus otros dos compañeros.
Durante las sesiones, Mike tocó más de 20 instrumentos y se grabaron aproximadamente 2000 cintas de prueba. La música fue interpretada casi al completo por él mismo, con la excepción de Viv Stanshall (voces), Jon Field (flauta), Steve Broughton (percusión) y Mundy Ellis (voces); Newman y Simon Heyworth recibieron crédito como co-productores. Cuando terminaron las sesiones, Branson se llevó las cintas de Tubular Bells a la feria de la industria musical, MIDEM, en Cannes en enero de 1973. Un ejecutivo de la compañía americana Mercury Records le dijo, "si le pones letra te lo compró por 20.000 $". Como nadie se mostraba interesado en respetar el concepto original, Branson y Draper decidieron editar el álbum ellos mismos en su nueva discográfica, Virgin Records.
Tubular Bells vio la luz el 25 de mayo de 1973. Surgió de un proceso de grabación y mezcla al que hubiera podido llamarse arte en estado puro. Los críticos hicieron lo que pudieron para definirlo, pero los aplausos fueron unánimes: el público simplemente abrió su corazón al nuevo artista y su magistral debut. La prensa británica se quedó perpleja. El influyente radio-DJ de la BBC John Peel escribió que aquel era "un disco que cubría genuinamente un nuevo e inexplorado territorio", con música que "combina lógica con sorpresa, sol con lluvia". "Una extensa obra, casi clásica en su estructura y en la forma en cómo el tema está establecido y diestramente trabajado", dijo el Melody Maker. Algunos entrevistadores incluso creían poder enumerar las influencias de Mike : "La textura de Tubular Bells recuerda bastante a Sibelius, Vaughan Williams, Michel Legrand y The Last Night of the Proms", escribió el productor televisivo Tony Palmer.
Tubular Bells siempre se recordará como un momento en la historia de la música rock que cautivó el corazón y la imaginación de mucha gente. Fue también un punto de partida desde el cual poder apreciar los muchos cambios y descubrimientos hechos por este creador que ,a partir de los 19 años, fue creciendo en madurez. El álbum entró en las listas del Reino Unido en julio y pronto llegó al primer puesto. Tubular Bells comenzó a venderse masivamente en toda Europa.
En junio de 1973, Tubular Bells se presentó en vivo en el Queen Elizabeth Hall de Londres. Para esta ocasión, se unieron a Mike los guitarristas Mick Taylor (de The Rolling Stones), Steve Hillage (de Gong), Fred Frith (de Henry Cow) y Ted Speight. También participaron David Bedford, Kevin Ayers y Pierre Moerlen, el percusionista de la vanguardista banda de rock Gong, y que sería uno de los nombres fijos en la plantilla de músicos de Mike durante muchos años. La respuesta del público fue descrita por un periodista del New Musical Express así: "Todo el público se puso de pie y empezó a pedir más. Eso sólo fue una de esas raras y espontáneas muestras de agradecimiento".
Tubular Bells también se editó en los Estados Unidos, pero allí todo estaba sucediendo de una forma más lenta. El empujón necesario para que las ventas del disco subieran como la espuma vino cuando el director de cine William Friedkin, animado por Richard Branson, decidió usar un extracto de 4 minutos en la película de terror El Exorcista. Mike no fue consultado respecto a la asociación de su obra con aquella película, y más tarde diría a los periodistas que aquello no le había gustado del todo. En el Reino Unido, se lanzó un single de Tubular Bells con una versión remezclada del álbum en versión "cuadrofónica", un sistema que necesitaba de cuatro altavoces para su pleno aprovechamiento. Para mostrar las maravillas de aquel novedoso sistema, el Tubular Bells Quad incluía una secuencia extra de un avión que parecía moverse alrededor del oyente, y que fue grabado después de The Sailor's Hornpipe.
Hergest Ridge
Mike Oldfield había soñado por mucho tiempo con el momento en que se editase Tubular Bells. Cuando aquello ocurrió no pudo aguantar la presión acumulada y, emocionalmente exhausto por el proceso de grabación y sus propias inseguridades ante la fama desorbitada que estaba adquiriendo, se retiró a su nueva casa de Herefordshire. Fue allí donde comenzó a crear su nueva obra, que más tarde adoptaría el nombre de la cercana colina Hergest Ridge.
Editado en el Reino Unido en septiembre de 1974, al igual que su predecesor, Hergest Ridge era un álbum que contenía un único tema musical, dividido en dos suites por las exigencias obvias del formato LP. De nuevo casi todos los instrumentos fueron tocados por el propio Mike. El efecto más comentado del disco fue el que un crítico llamó "tormenta eléctrica", un segmento de la cara B en el que se interpretaban simultáneamente múltiples guitarras eléctricas distorsionadas. Los demás músicos que contribuyeron al álbum fueron Sally Oldfield y Clodagh Simmonds (voces), June Whiting y Lindsay Cooper (oboes) y Ted Hobart (trompeta). Para Mike, la composición musical era una constante obra en progreso regida por leyes lógicas o emocionales, como si de un cuadro cubista se tratase. El esquema sinfónico usado en Tubular Bells fue continuado en una serie de obras posteriores: Hergest Ridge, Ommadawn, Incantations, Amarok...
Hergest Ridge saltó directamente al número uno de las listas de ventas del Reino Unido, desbancando a Tubular Bells, lo que supone aún hoy en día un hecho excepcional. Virgin Records también lo promocionó en televisión, aunque el eslogan tuvo que cambiarse para este propósito. El anuncio decía originalmente que el álbum estaba disponible en "Virgin (Virgen) y otras inmaculadas tiendas de discos", y tuvo que ser modificado debido a las posibles objeciones que pudiera presentar la Iglesia católica. Aunque algunos críticos vieron Hergest Ridge como una obra inferior a Tubular Bells, la mayoría dio su visto bueno. Un crítico dijo que era "la música rock más cotidiana, con algo de sinfonía clásica", y otro escribió que era "una serie de picos emocionales haciendo explosión aquí y allá a través de una cosquilleante tranquilidad". Hoy en día el álbum ha creado a su alrededor un cierto halo de disco maldito, tal vez por la sombra alargada de su predecesor, o por las circunstancias personales de su compositor en el momento de su grabación. Incluso el propio Oldfield ha hecho varias declaraciones poniendo en duda su calidad, lo que no tiene especial importancia teniendo en cuenta los constantes cambios de opinión que el músico experimenta sobre sí mismo y sobre su obra.
En diciembre de 1974 se presentaron en concierto las versiones orquestales de Tubular Bells y Hergest Ridge en el Royal Albert Hall de Londres. El concierto fue organizado por David Bedford, que dirigió a la Royal Philharmonic Orchestra con solos de guitarra de Steve Hillage. El mismo Mike tocaría la guitarra en la versión de estudio de la primera composición, que fue editada en enero de 1975 con el nombre de The Orchestral Tubular Bells. La escasa repercusión comercial del álbum llevó a la compañía a ahorrarse la publicación de The Orchestral Hergest Ridge. Ese mismo año, un poco más tarde, se presentaron esos mismos arreglos orquestales en conciertos en Glasgow y Newcastle. En Escocia, Hillage tocó las partes de guitarra con la Scottish National Orchestra, y el solista en la zona noreste fue Andy Summers, el que más tarde fuera miembro de The Police.
El sentido del humor que a menudo rodeaba algunos fragmentos de las obras de Oldfield fue nota destacable en Don Alfonso, un single que fue editado en marzo de 1975; con la ayuda de Chris Cutler (tambores), David Bedford (voz) y Kevin Ayers (Botellas de vino), Mike contaba la historia de un cómico torero que trabajaba para Oxo ("Worked for Oxo").
En una dirección ya un poco más seria, se editó Ommadawn en septiembre de 1975. Su tercera gran obra de rock sinfónico instrumental, le había llevado nueve meses de grabación. En Ommadawn, Mike tocaba unos 20 instrumentos que iban desde las guitarras al piano de cola y la espineta. El álbum incorporaba música de África e Irlanda por medio del grupo de percusión africano Jabula y la gaita uileana de Paddy Moloney, líder de The Chieftains. Otros artistas colaboradores fueron Terry y Sally Oldfield, los miembros de la Hereford City Band y el solista de flauta dulce Leslie Penning. Penning también acompañó a Mike en el single navideño de aquel año, una versión del villancico tradicional In Dulci Jubilo que consiguió alcanzar el cuarto puesto en las listas de ventas del Reino Unido. Desde aquel momento y durante varios años, Oldfield publicaría un single navideño con regularidad.
Mike Oldfield grabando Tubullar bells II, en su estudio de Grabación.
Grabando Tubular Bells II-Guitarra5 (con error)
Grabando Tubular Bells II-Guitarra3
Grabando Tubular Bells II-Teclado
Grabando Tubular Bells II-Glockenspiel
Grabando Tubular Bells II-Bajo1
Grabando Tubular Bells II - Guitarra1
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