La banda hard europea grabó el tema Ahora te puedes marchar, conocido aquí por Luis Miguel, pero que en realidad era de Dusty Springfield, la dama blanca del soul. “Al carajo, él no la escribió”, dice Michael Poulsen.
Por Luis Paz
Cuando se supo que el cuarto disco de Volbeat, una de las bandas de mayor desarrollo en los últimos años del rock duro europeo, sería editado en la Argentina, y se rastreó en los sitios de videoclips, el resultado lindó lo bizarro: I Only Wanna Be with you, uno de sus cortes más festejados, es una versión thrash de Ahora te puedes marchar, el tema de Luis Miguel que marcó a fuego a nuestras poco instruidas tías/primas/hermanas mayores (tachar lo que no corresponda) a mediados de los ‘80. “En realidad es un tema de Dusty Springfield” (la dama blanca del soul), aclara el cantante de Volbeat, Michael Poulsen. Y explica antes de que aparezca cualquier confusión: “Sabíamos que él la había tocado; pero al carajo, él no la escribió y es una canción hermosa. Apareció mientras ensayábamos, al comienzo de la banda. Como sólo teníamos un demo con pocos temas, la sumamos a la lista en vivo, a la gente le encantó y se convirtió en un pico de los shows”.
Si bien la versión comprime tres de los elementos esenciales de Volbeat (una ingeniería de sonido thrash, una ejecución entre hard rock y hardcore y unas melodías ancladas en el pop de los ‘60 y los ‘70), no alcanza a registrar el resto de los elementos dispersos en Beyond Hell / Above Heaven, de pronta edición en la Argentina. Rockabilly, folk estadounidense, death metal, gothabilly. Algo así como Misfits revuelto con Elvis y los bloques centrales del programa Top of the Pops. “Al principio –evoca Poulsen–, un crítico le dio 10 puntos a nuestro demo, pero decía que ‘no hay modo de que estos tipos, después de este disco, sigan siendo interesantes: ya lo han tocado todo’. Por suerte pudimos seguir ampliándonos y moviéndonos.”“Hay como dos grandes tipos de bandas: las que son como AC/DC, que sacaron una barbaridad de discos, creo que como treinta, y siguen con lo mismo, pero no dejan de ser geniales. Y otras como Volbeat, a las que nos cuesta la genialidad, pero que seguimos encontrando variaciones que nos incentivan. Me inspira la diferencia y estar abierto a lo que venga. Es como en la búsqueda del amor –compara–: si te gusta sólo un tipo de mujer, te estarás perdiendo de mucha belleza durante tu vida, amigo.”
Para graficarlo mejor, Poulsen lanza casi un haiku: “Mi cuerpo dice metal, pero mi corazón dice Johnny Cash”, uno de esos tipos que hizo del canto de raíz norteamericana, de la música de la profundidad estadounidense, una materia de alcance mundial. “Creo que él, Bruce Springsteen, Elvis y Bob Dylan son tipos súper americanos que lograron llevar su música al mundo. Y en esa lista, ¿sabés a quién más pongo? A Mike Ness, el cantante de Social Distortion.”
Estéticamente, la influencia de esos autores es indudable en Volbeat, lo mismo que la del rockabilly o la del thrash mundialista de Metallica, dos de los otros faros que alumbran el mar de estéticas e instrumentos que abarcan estos daneses: “Definitivamente no tengo miedo de intentar nada. En el tema Heaven or Hell pusimos una armónica y sé que la gente piensa: ‘¿Qué mierda hace eso ahí?’. Es el instrumento que escuchaba en ese momento en mi mente para esa canción, no se trata de provocar, o de intentar ser especial, sino de ser honesto”, distingue esta pequeña mole de 35 años que tiene una hermana melliza y otras dos hermanas mellizas entre sí.
Cuando habló , Poulsen estaba en “una hermosa casa en Dinamarca” con su esposa. Por estos días está comenzando un tour por su país para presentar el disco y luego irán a Estados Unidos para una gira de un mes y medio. “Sabemos que para los estadounidenses nuestra música es familiar, pero no tiene que ver con que nos consuman sino que ¡somos nosotros los que consumimos su música!”, vuelve a separar.
“Después volvemos a Europa y si podemos juntar voluntades en la Argentina, trataremos de estar ahí cuanto antes. Ahora que nuestro cuarto disco va a ser editado allá tal vez podamos conseguirlo.” De globalizar su música se trata la misión de Volbeat: “Es importante tener un lugar al que pertenecer y que te defina quién sos, pero es un error quedarse en eso. Somos lo que llevamos dentro, lo que pensamos, no dónde nacimos. Está mal quedarse siendo unidimensional”, alecciona este folk metalero en tres dimensiones.
0 comentarios:
Publicar un comentario