FUE EL COMPOSITOR DE LA SAGA JAMES BOND
Ganador de cinco premios Oscar y conocido principalmente por las bandas sonoras de once películas del agente 007, Barry tuvo un estilo distintivo, en el que las formas del jazz se conjugaban con audaces combinaciones de metales y cuerdas.
A lo largo de la historia del cine, fueron pocos los compositores capaces de dejar su sello al punto de que se pudiera identificar su música aun antes de leer su nombre en los créditos. Pero el británico John Barry –fallecido el domingo en Nueva York, a los 77 años, de un ataque al corazón– fue uno de ellos. Ganador de cinco premios Oscar y conocido principalmente por las bandas sonoras de once películas de James Bond, Barry siempre marcó la diferencia. Pese a no haber compuesto el tema principal de la lucrativa serie –cuya autoría reivindicó y obtuvo en los tribunales Monty Norman, Barry fue el autor de la música que se convirtió en el signo distintivo de las aventuras del famoso agente 007.
El nombre de John Barry quedará para siempre asociado a películas de Bond como Dedos de oro –con cuya canción Shirley Bassey alcanzó su mayor éxito como cantante–, De Rusia con amor –para la que Barry creó un nuevo tema insignia para Bond, alternativo al anterior, llamado “007”– y Sólo se vive dos veces, aunque ninguna de ellas le valió la más preciada estatuilla de Hollywood. “James Bond nunca habría sido lo que fue si John Barry no le hubiese llevado de la mano”, declaró a la radio BBC David Arnold, el compositor que sucedió a Barry en la franquicia a partir de El mañana nunca muere, de 2007. “La música que escribió trascendió las películas para las que la compuso y pasó a formar parte de la cultura popular”, definió su trabajo.
En su extensa carrera dentro de Hollywood Barry cosechó premios Oscar por las películas Una leona de dos mundos (1966) –donde además del premio a la mejor banda sonora ganó también el de mejor canción original–, El león en invierno, en 1968, Africa mía, en 1986 –un trabajo que también le valió cuatro Grammy y un Globo de Oro– y finalmente por Danza con lobos en 1991. Fue además candidato al premio en otras dos ocasiones, por María Estuardo, reina de Escocia (1971) y Chaplin (1992). Pero se escucharon muchas más bandas sonoras con su firma, cerca de un centenar. Entre ellas las de películas muy exitosas como El knack y cómo lograrlo (1965), Perdidos en la noche (1969) y Propuesta indecente (1993). El último trabajo de Barry fue para la película de espionaje de Michael Apted Enigma, en 2001.
En sus mejores trabajos Barry era reconocido por un estilo en el que mezclaba el sonido propio de las big-band, con profusión de bronces, estructuras de jazz y notas latinas. Al vibrante uso de los instrumentos de viento y metal, sumaba una gran variedad de cuerdas. En la saga de Bond, además, se distinguía por basar partes de cada banda sonora en la versión instrumental de la canción, a modo de leit motiv. “Siempre me ha gustado disponer de una canción para poder desarrollar y usar a lo largo de la partitura, en lugar de colocar una canción gancho al comienzo de la película y sin relación alguna con el resto del material temático –explicó–. Me gusta que la canción sea parte integrada en el film en conjunto. Debe tener una función, un contenido musical.” El compositor tenía también un James Bond favorito: 007 Al Servicio Secreto de su Majestad, donde trabajó con Louis Armstrong.
Nacido el 3 de noviembre de 1933 en la ciudad inglesa de York, la herencia familiar parece haber signado el destino de este compositor de películas, en una exacta conjunción: su padre era propietario de varios cines; su madre, pianista. Barry estudió piano y trompeta desde pequeño, y mientras hizo su servicio militar pudo seguir formándose gracias a un curso de composición por correspondencia. Al regresar a la vida civil, en 1957 creó un grupo de rock and roll, The John Barry Seven, que le permitió dar el salto a la televisión y luego al cine, donde fue considerado un innovador por ser uno de los primeros en echar mano a sintetizadores para las bandas sonoras.
Además de su legado cinematográfico, Barry dejó su sello en la televisión, al crear la música para la serie de los años ’70 Dos tipos audaces, interpretada por Roger Moore y Tony Curtis.
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